Pagar el costo político de la rebeldía

Lo que se veía venir desde el pasado proceso electoral, por fin se concretó: este viernes 17 de junio trascendió, de manera oficial, la salida de Ángel Balderas Puga, quien fue el integrante incómodo de Morena en Queréraro, y quien por fin, para gusto y beneplácito de Jesús Méndez y Celia Maya, fue expulsado del partido.

La causa de la desazón de Balderas, fue que no se apoyó a su colega científico Gilberto Herrera para ser candidato a la gubernatura, ni a otros tantos “militantes de base” que se quedaron con las ganas de obtener una postulación. 

Tan así que le hizo la vida imposible a Celia, olvidando que para todos era obvio que tenía la aprobación de Lopez Obrador, cosa que no ocurrió con Gilberto, pues incluso el tlatoani de Palacio Nacional llegó a olvidar en más de una ocasión su nombre.

La guerra interna que se avecina en Morena puede ser de escalada nacional, pues Balderas es reconocido en un amplio grupo morenista del país, e incluso, en los últimos meses, se le había visto compartir micrófonos con los moneros en Chamuco TV, por lo que algunas figuras ya se han manifestado en Twitter para protestar por su expulsión. 

Mientras que del otro bando, afirman que en el corto plazo Balderas Puga comenzará una campaña de “desprestigio”, luego de ser uno de los fundadores del partido a nivel local, poniendo en contra a las bases en contra de la actual dirigencia morenista en Querétaro. El saldo del encontronazo solo el tiempo lo dirá.