×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Pablo González y Jerónimo Sánchez, ¿implicados en el plantón de ambulantes?

Por Staff Códice Informativo - 06/04/2021

No sería de extrañarse que esta supuesta cruzada en favor de los más desfavorecidos -los ambulantes indígenas que buscan legítimamente el sustento- sea una cargada para favorecer los intereses particulares de unos cuantos, como ya ha ocurrido en otras ocasiones

 Pablo González y Jerónimo Sánchez, ¿implicados en el plantón de ambulantes?

Foto: Archivo

Ahora resulta que Pablo González Loyola y Jerónimo Sánchez, quienes en algún momento se intentaron vender como inocentes “presos políticos”, podrían estar inmiscuidos en la problemática de ambulantaje que actualmente asola las principales calles del Centro Histórico y, especialmente, el andador 5 de mayo.

Al menos así lo insinúan los propios comerciantes establecidos del Centro Histórico, quienes el día de ayer pusieron de nueva cuenta en perspectiva quiénes y por qué han puesto a ambulantes en los céntricos andadores, a través de un juego de fotocopias donde Pablo González y Jerónimo Sánchez aparecen.

Resulta que, de acuerdo con los comerciantes, líderes de ambulantes como Pablo González Loyola. Rogelio Orozco y Adela Cresencio –estos últimos señalados como operadores de Jerónimo Sánchez- estarían apostando a la llegada de Morena al gobierno estatal para poder ocupar de nueva cuenta las calles del Centro Histórico.

Recordemos que González Loyola era el líder de ambulantes en la Alameda Hidalgo, previo a su histórico desalojo, ocurrido en junio del 2016. Fue en esos mismo días cuando fue detenido por el delito de motín, lo que a la postre le sirvió para que sus allegados dijeran que había sido un “preso político”.

Jerónimo Sánchez, por su parte, por muchos años se ha ostentado como activista, fue detenido en 1998 por presuntamente agredir el autobús en el que viajaba parte del gabinete del expresidente Ernesto Zedillo, posteriormente fue liberado en 2003 y en junio del 2017 fue reencarcelado por el delito de motín.

En ambos casos, la encarcelación duro apenas unos días, pues Pablo González y Jerónimo Sánchez fueron liberados casi inmediatamente, sin embargo, esto les sirvió para reconocerse como perseguidos políticos.

Lo cierto es que ahora están señalados por estar presuntamente implicados en el anómalo plantón de ambulantes, donde personas de otras partes de la república se han venido a instalar en nuestra entidad, y están siendo administrados por Adela Cresencio, quien es comandada por Rogelio Orozco para el cobro de piso, de acuerdo con los señalamientos de lo comerciantes establecidos del Centro Histórico.

Más aún, de acuerdo con estos últimos, la instalación de ambulantes es un abierta provocación a las autoridades, a fin de que haya un desalojo violento y se pueda acusar de nueva cuenta de represión al gobierno en turno, escenario que sería muy redituable en el contexto electoral que actualmente se vive en Querétaro.

No sería de extrañarse que esta supuesta cruzada en favor de los más desfavorecidos -los ambulantes indígenas que buscan legítimamente el sustento- sea una cargada para favorecer los intereses particulares de unos cuantos, como ya ha ocurrido en otras ocasiones.

Los sectores del comercio formal se han pronunciado por pedirle a la autoridad municipal se cumpla con los reglamentos, ni más ni menos: solo que se aplique lo que señala la norma; los distintos organismos como Canaco, Canirac, Colegio de Profesionistas y comercio organizado del Centro Histórico coindicen en separar y respetar el trabajo de los artesanos, pero sí en señalar que aquí hay un partido político que esta aventando la piedra y escondiendo la mano.

Ante eso, y quizá bajo la influencia de la Semana Santa, la candidata a la gubernatura del estado por Morena, así como su vocero Jesús Mendez, negaron conocer quién esta detrás de esa movilización de comerciantes de Veracruz, Chiapas, Guerrero, Estado de México y desde luego de Amealco, mencionaron que celebran que sus líderes simpatizan con su propuesta, pero que no los conocen, y así los negaron antes del canto del gallo.


Otras notas



De nuestra red editorial