Julio 8, 2018

Quien parece que no respetará la voluntad queretana expresada el pasado domingo en las urnas es Adolfo Ríos, candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia” a la presidencia municipal de Querétaro.

A pesar de que la autoridad electoral ha descartado una y otra vez la posibilidad de su triunfo, el deseo de una victoria a toda costa le ha obnubilado el pensamiento al arquero de Cristo, quien ha abandonado cualquier rastro de sentido común al buscar por la vía legal lo que en las urnas no le fue otorgado.

La negación, primero, fue contra el Programa Electoral de Resultados Preliminares (PREP) que le otorgó la ventaja a Luis Nava, candidato de la coalición “Por México al Frente”, después, contra los conteos distritales, que habían confirmado su derrota.

Negado ante la realidad, Ríos solicitó el consabido conteo “voto por voto, casilla por casilla”, que finalmente se llevó a cabo frente a los propios representantes de Morena en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado de Querétaro (IEEQ); el resultado fue el mismo que las ocasiones anteriores: Luis Nava ganó la capital queretana.

A pesar de esto, de toda la evidencia que sustenta su derrota, Adolfo Ríos anunció que buscará, por la vía legal, lo que no sucedió en la pasada votación: obtener la victoria.

Con su actitud, Adolfo Ríos demuestra que no está a la altura de la civilidad democrática que se esperaría de cualquier representante público, pues a diferencia de lo que ocurre a nivel nacional, donde los candidatos han aceptado de manera democrática su derrota, el exfutbolista se niega a ver la realidad, que los queretanos optaron por una propuesta distinta a la que él representa.