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La caída de García Luna ¿Golpe para la oposición?

Por Staff Códice Informativo - 11/12/2019

La detención de Genaro García Luna, quien se desempeñó como secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón y a quien se atribuye […]

 La caída de García Luna ¿Golpe para la oposición?

Foto: Cuartoscuro

La detención de Genaro García Luna, quien se desempeñó como secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderón y a quien se atribuye un papel fundamental en la denominada “Guerra contra el narco“, tiene un peso significativo en tanto supone un golpe demasiado fuerte a las administraciones federales anteriores y, en este sentido, da legitimación a la retórica veladamente anticalderonista de Andrés Manuel López Obrador.

Entre las acusaciones contra García Luna, que no son formuladas por el gobierno de México, sino por una corte estadounidense, está la de haberse asociado con el el cártel de Sinaloa, un señalamiento que no es menor ni mucho menos novedoso, considerando que desde el sexenio de Calderón, investigaciones realizadas por la periodista Anabel Hernández ya habían trazado un vínculo entre García Luna y la organización criminal de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera y los hermanos Zambada.

A estos señalamientos, habría que agregar también otros dos, de los cuáles han hecho mucho eco los medios de comunicación durante las últimas 24 horas. Por un lado, el hecho de que García Luna estuviera involucrado en varios procesos legales que supuestamente se habrían conducido con irregularidad. En este sentido, destaca el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, en cuyo proceso por secuestro hubo omisiones graves que condujeron finalmente a su liberación. El caso Cassez tuvo tal celebridad que en su momento hubo quienes sugirieron que se había tratado de “un montaje” realizado en colaboración con empresas televisivas.

A esta “fábrica de culpables” en que supuestamente se convirtió la Procuraduría Federal durante la gestión de García Luna, habría que sumar otro sambenito que le han venido colgando desde hace casi una década: ser el artífice y diseñador de la estrategia fallida contra el narcotráfico iniciada por Felipe Caldeŕón y continuada por Enrique Peña Nieto, una gesta que ya se ha cobrado, al menos 200 mil muertos.

Se trata entonces, García Luna, de una figura problemática, cuyos detractores han equiparaado, al menos desde 2010 con personajes como el serbio Slobodan Milosevic y otros criminales de guerra. Algunas de estas acusaciones son obviamente exageradas, pero lo que sí es un hecho es que resulta difícil concebirlo como un funcionario honesto que se limitó a cumplir con su deber. Más aún cuando trabajó en una estrategia de seguridad que impactó negativamente la calidad de vida de la población mexicana.

El principal beneficiado con su detención y el proceso que ahora enfrenta en Estados Unidos, es obviamente el Gobierno Federal. Desde que lanzó por segunda vez su candidatura en 2012, Andrés Manuel López Obrador se ha asociado con los discursos que antagonizan a Felipe Calderón y a la guerra que éste inició en contra del crimen organizado. Ya como presidente, se caracterizó en reiteradas ocasiones por sus críticas a la administración calderonista, que algunos consideran excesivas en comparación con las críticas a Peña Nieto. Incluso en una de sus conferencias “mañaneras” acuñó el apodo de “Comandante Borolas” para burlarse del presunto militarismo del exmandatario albiazul. El señalamiento hacia Calderón como responsable del actual problema de seguridad llega a tal punto que Alfonso Durazo, actual secretario de Seguridad puso la detención de García Luna como un ejemplo de porqué esto es así.

Aún así, hoy 11 de diciembre, Obrador señaló durante la mañana que la detención de García Luna no tiene que ver con una persecución política y que a él no le interesa “hacer leña del árbol caído”. Por el momento es imposible saber si junto con García Luna caerán más funcionarios de Calderón y es poco probable que el expresidente se vea involucrado. Lo que sí es un hecho innegable es que a la “Cuarta transformación” le viene de perlas que el extitular de seguridad esté tras las rejas, pues le permite reconstruir su credibilidad en un entorno en que no ha mejorado la seguridad y la economía se halla al borde del estancamiento. Todo esto se vuelve significativo cuando constatamos además que, hasta ahora, uno de los principales bloques opositores a Andrés Manuel está articulado en torno a la figura de Calderón.


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