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El cumpleaños de AMLO

Por Staff Códice Informativo - 13/11/2019

Hoy, miércoles 13 de noviembre, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cumple 66 años de edad. En Codice Informativo hacemos un recorrido […]

 El cumpleaños de AMLO

Foto: Archivo

Hoy, miércoles 13 de noviembre, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, cumple 66 años de edad. En Codice Informativo hacemos un recorrido sobre su carrera y un pequeño balance general de lo que ha significado su casi primer año frente a la presidencia de México.

Los inicios

Obrador nació en Tepetitán, municipio de Macuspana, Tabasco, el 13 de noviembre de 1953. Ahí realizó sus primeros estudios y se crió hasta que, motivado por su deseo incipiente de formarse como politólogo, emigró a la Ciudad de México. Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública por la Universidad Nacional Autónoma de México, en 1976 inició su carrera política como parte del equipo de campaña en la candidatura del poeta tabasqueño Carlos Pellicer para Senador por el estado de Tabasco. Posteriormente, fue nombrado director del Instituto Indigenista de Tabasco.

Dicha actividad política la realizó bajo la tutlera del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el que militó hasta 1989. Desde mediadios de la década de los ochenta, Obrador tuvo algunas discrepancias con el Comité Directivo del PRI, lo que le condujo a integrarse al llamado Frente Democrático Nacional (FDN), una coalición de fuerzas de izquierda y disidentes priistas que apoyaron la primera candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas en 1988.

Su participación en el Frente Democrático, que se oponía tanto al supuesto autoritarismo dentro del partido como a las políticas neoliberales adoptadas por Miguel de la Madrid, lo condujo finalmente a integrarse en el Partido de la Revolución Democrática, cuya representación en Tabasco encabezó desde 1989.

Siete años después y tras perder una elección a la gubernatura de Tabasco, López Obrador se convirtió en presidente nacional del PRD. Ese puesto lo impulsó para llegar al que sería el siguiente gran paso durante su carrera: la Jefatura de Gobierno del entonces Distrito Federal.

Jefatura de Gobierno

La gestión de López Obrador como jefe de Gobierno fue todo menos gris. Amado por muchos y odiado por otros tantos, Obrador se volvió célebre por sus programas sociales y por las polémicas que protagonizaron algunas de sus iniciativas, como la construcción de un segundo piso para el Periférico.

El presunto desacato a una orden judicial por la expropiación de un predio en Santa Fe culminó con un proceso de desafuero que los simpatizantes del tabasqueño interpretaron como un intento para frenarlo en su carrera por la presidencia de la República en 2006.

Al final, el proceso no procedió y Obrador pudo ser candidato en contienda contra Felipe Calderón y Roberto Madrazo Pintado. La declaración del primero como ganador por parte del entonces IFE, en un triunfo que aún despierta dudas dentro de algunos sectores, motivó a López Obrador a organizar un movimiento de resistencia con el objetivo de que se recontaran los votos.

Como parte de este movimiento, Obrador se proclamó “presidente legítimo” y organizó manifestaciones y plantones tanto en el Zócalo como en Paseo de la Reforma. Esto le valió un antagonismo aún mayor frente a sectores que se empeñaban en verlo como un personaje obstinado y autoritario.

Morena y la “República Amorosa”

Para 2012, buscando de nuevo la candidatura presidencial, Obrador reapareció en la escena política con un discurso más moderado centrado en lo que llamó “La República Amorosa”. Un año antes, había creado el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como asociación civil. En 2014 la asociación se convirtió en un partido y Obrador rompió definitivamente con el PRD.

Tras perder la contienda de 2012 con Enrique Peña Nieto, el tabasqueño cambió de estrategia y se dedicó a fortalecer su nuevo partido, consiguéndole varios curules y la jefatura de algunas delegaciones en la Ciudad de México. En 2016 volvió a lanzarse como candidato, ahora con el apoyo del Partido Encuentro Social, una formación política conservadora, lo que valió algunas críticas entre sus bases electorales y elogios entre comentaristas que lo vieron como una estrategia inteligente para garantizar un nuevo perfil de votantes.

En la elección de 2016, obtuvo una ventaja de 30 puntos sobre Ricardo Anaya, su rival más cercano. Aunque no fue la elección con más participación de la historia, pues la supera la de 1994, sí fue una elección con más participantes que cualquier otra en la que haya contendido López Obrador. Además, ocurrió una anomalía histórica, pues el tabasqueño ganó en todas las entidades excepto Guanajuato, donde mantuvo su hegemonía el Partido Acción Nacional.

Los exabruptos

A lo largo de su carrera política, López Obrador se hizo famoso por sus exabruptos y “ocurrencias” en temporada electoral. Una de estas ocurrencias fue cuando increpó al expresidente Vicente Fox dicéndole “Cállate, Chachalaca” en el contexto de la elección de 2006. Fox había hecho uso de un exabrupto similar al llamar “víboras prietas y tepocatas” a los funcionarios priistas en el contexto de elección del año 2000.

Poco después de la elección de 2006, Obrador dijo “Al diablo con las instituciones“, lo que valió también antagonismos entre la sociedad civil y el sector empresarial.

Tras el desafuero y el sobreseimiento de la causa en su contra, Andrés Manuel López Obrador protagonizó en 2006 su primera campaña presidencial. Durante meses encabezó la mayoría de las encuestas, sin embargo los resultados oficiales no le favorecieron. La presidencia la ganó Felipe Calderón (PAN) quien le aventajó con una diferencia de tan solo 0.58% de los votos.

Tras el presunto fraude electoral del 2 de julio, Obrador impugnó la elección ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al tiempo que inició un movimiento nacional de resistencia civil y pacífica para respaldar la demanda de abrir los paquetes electorales y contar nuevamente todos los votos.

Con la exigencia de “Voto por voto. Casilla por casilla”, la resistencia civil y pacífica congregó a ciudadanos de todas partes del país, quienes permanecieron en el corazón de la Ciudad de México por espacio de 48 días, durante los cuales se llevan a cabo multitudinarias asambleas informativas encabezadas por López Obrador.

El 20 de noviembre de 2006 Andrés Manuel López Obrador rindió protesta como Presidente Legítimo en el Zócalo de la Ciudad de México y comenzó su trabajo con base en dos objetivos fundamentales: defender al pueblo y proteger el patrimonio nacional.

La presidencia

Hoy, en pleno día de su cumpleaños, el tabasqueño está además en la víspera de su primer aniversario como presidente de la República. El saldo de su gestión aún no se define, pues mientras en su campaña se comprometió a fortalecer temas como el de la seguridad, las tazas de homicidios aún son altas y, en algunos casos, se han desatado conflictos como el asesinato de integrantes de la familia Le Barón en el estado de Chihuahua o la explosión de un oleoducto en el municipio hidalguense de Tlahuelilpan, donde decenas de personas fallecieron de forma instantánea.

En el mismo sentido, los estados de Chihuahua, Michoacán y Guanajuato registran índices de homicidio e inseguridad que no se veían en años y en la Ciudad de México, el resurgimiento de grupos criminales como “Unión Tepito” se ha convertido en una amenaza seria para la estabilidad. Estos hechos, que han sido utilizados por los críticos de la denominada “Cuarta Transformación” para señalar lo que perciben como errores en el gobierno de López Obrador, han encontrado justificación entre sus partidarios debido a que, consideran, son situaciones que se pueden atriubuir a los gobiernos pasados.

La economía es otro rumbo donde parece haber conflicto pues, si bien algunos indicadores, como la cotización del dólar o las exportaciones automotrices, muestran incluso mejores perspectivas que durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, hay otros detalles, como el crecimiento de cero por ciento en la economía nacional, que causan alarma tanto entre analistas como entre la población. Aún así, y a pesar de estas críticas, algunos grandes capitanes de la economía nacional, entre ellos Carlos Slim Helú, multimillonario más rico de México, le han dado su voto de confianza al gobierno en curso pese al golpe a sus intereses que supuso la cancelación del aeropuerto en Texcoco.

En política internacional, el gobierno federal ha sabido posicionar al país como un líder dentro de la región. Esto tanto con las iniciativas para invertir en el desarrollo de Centroamérica, como con las decisiones internacionales de la talla de la concesión de asilo político al expresidente boliviano Evo Morales. Lo que pasará en el futuro aún es incierto, pues el propio panorama internacional dista de ser halagüeño, pero lo que sí es un hecho, es que si quiere pasar a la hisotria como un presidente exitoso, AMLO tiene que escuchar más a la población y no demeritar indicadores como el crecimiento económico que, después de todo, en la Bolivia de Morales alcanzó cifras cercanas al cinco por ciento anual.


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