Van por Marcos Aguilar

El colchón que dejó la anterior administración – la de Marcos Aguilar Vega – no solo salió manchado, sino que lo dejó lleno de pulgas.

Y son 374 observaciones las que espulgará esta administración, la de Luis Nava, a su colega de Partido porque ambos pertenecen a Acción Nacional.

De ahí parte lo interesante.

Se trata de un trabajo que no solamente fue enviado a revisión a los Consejos Ciudadanos y que por muy “ciudadanos” que sean no tienen la experiencia ni la especialización para su profesional revisión, sino que ahora, esta revisión la canalizan al Colegio de Abogados de Querétaro y al Colegio de Contadores en donde no solamente se tienen profesionales que si saben, sino que además y también, va en juego la reputación y limpieza de estos cuerpos colegiados.

Por eso, la flecha que se está tirando desde el Centro Cívico, tiene muy claro el punto hacia donde la dirigen.

Sus iniciales son Marcos Aguilar Vega.

Porque, mire usted si no.

Se trata de cinco importantes Secretarias – las de mayor responsabilidad, nada más – un instituto y un sistema. Las secretarías son las de Obras Públicas, en donde salieron 50 observaciones; la de Finanzas, que es otra “grande” y que ahí salieron “solo” 49; la de Administración con 45; el DIF Municipal, con 40; la de Movilidad con 16; la secretaría de gobierno con 27; la de Movilidad con 15 y el Instituto Municipal de Planeación con 27, entre otras.

Y la cosa va en serio, porque las observaciones si bien son de carácter técnico, mucho viene embarrada la cuestión política porque está claro que los que llegaron- que también son del PAN – no pertenecen al mismo grupo político ni se dio identificación alguna entre Pancho Domínguez y Marcos Aguilar. Esto también es del dominio público. Lo más claro es lo más decente, aunque no necesariamente lo más correcto.

Estas observaciones no son ni al tanteo ni tampoco recientes.

El asunto es el resultado de lo encontrado desde el tránsito de “entrega- recepción” que comienza desde que concluye el proceso electoral y para el cual, la administración saliente tiene la responsabilidad de entregar determinada cantidad de recursos a la entrante para que se aplique, agilice e investigue esta entrega recepción. De lo contrario y en caso de no hacerse como la Ley Orgánica Municipal lo especifica, se podrían convertir en cómplices.

Pero el aguacero arreció cuando en unas declaraciones del propio ex alcalde y ahora diputado federal Marcos Aguilar, dice que ni Mauricio Kuri como tampoco Luis “son mis amigos”. Después de esto, a los cuantos días se dan a conocer la friolera de las 374 observaciones, que por muy pequeñas que sean – y no lo considero así – viene ya implícita algunas manchas que en política suelen ser indelebles, si es que no aplica responsabilidad resarcitoria o hasta penal.

De esto – que tampoco lo pueden hacer los Consejos Ciudadanos Municipales, por ser organismos sin dientes – si desembocan, por competencia, a la Auditoría Municipal de Fiscalización que es la instancia primera que las recibe y si necesaria fuese, irían a la Auditoría de Fiscalización y podrían llegar hasta el Tribunal de Responsabilidades Administrativas, en donde ya si se podrían aplicar responsabilidades.

El proceso interno apenas comienza y se ocupará un tiempo razonable para dictaminar lo pertinente, antes de que fenezca el tiempo legalmente establecido.

“Nosotros, la administración actual, ratificamos nuestra palabra empeñada de transparentar todo lo que involucra las acciones y los programas desarrollados por la anterior administración municipal” se dijo en esa rueda de prensa.

Los ojos de la ciudadanía están puesto, particularmente, no en las observaciones generales, sino en el veredicto que se de en torno a las comentadísima concesiones, su manejo y aplicación, particularmente la de la basura – que ya recibió una enmienda por la recolección en la Delegación Centro Histórico – la de los anuncios luminosos y la que resulta del convenio y erogación de recursos municipales en las presumidas y numerosísimas luminarias, particularmente. Los de las bicicletas y los parquímetros, comparadas con las anteriormente citadas, son “pecata minuta” que de cualquier manera habrá que esperar las definiciones.

Este colchón, el dejado ´por la administración pasada, no fue dejado de manera alguna limpio mucho menos impecable, pero si bien nos imaginábamos que traía algunas pulgas, lo asombroso fueron las cantidad de observaciones que habrá que agotar.

Solo que ahora mismo MAV no es un ciudadano común y corriente, sino que, como es diputado federal, va a ser muy difícil que le hagan cosquillas.

Y si se las hacen, le va a dar risa.

Ya lo verá.