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Turquía, Estado Islámico y el Kurdistán

Por - 27/07/2015

Cuando la semana pasada Turquía anunció que finalmente iniciaría sus ataques en contra del Estado islámico en el norte de Siria, fue considerado como un […]

 Turquía, Estado Islámico y el Kurdistán

Cuando la semana pasada Turquía anunció que finalmente iniciaría sus ataques en contra del Estado islámico en el norte de Siria, fue considerado como un “punto de inflexión” por analistas norteamericanos. Esto porque se permitiría a Estados Unidos utilizar las bases militares turcas para lanzar sus propios ataques aéreos, lo que facilita que sean más frecuentes y precisos. Pero no todo es tan sencillo como parece.

Resulta que Turquía no sólo está bombardeando al Estado Islámico. También está atacando al Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK. Esta organización también está luchando en contra del Estado Islámico en Irak, además de mantener vínculos con la YPG (Unidades Populares de Protección), grupo kurdo sirio que está coordinado con Estados Unidos en el norte de Siria.

El PKK es un grupo rebelde que ha buscado obtener la autonomía de Turquía durante décadas. Lo último que Turquía quiere es una zona controlada por los kurdos en la frontera. Es difícil decir lo que Turquía teme más, los kurdos o el Estado islámico. De cualquier manera, parece estar tratando de contener ambos grupos, lo que pone a Estados Unidos en una posición incómoda.

Turquía y Estados Unidos están considerando un plan para crear de facto una “zona de seguridad” en la frontera entre Turquía y Siria. Esta posibilidad, pondría a los aviones de combate norteamericanos más cerca que nunca de las zonas patrulladas regularmente por la aviación siria. Estados Unidos ha adaptado toda su estrategia contra el Estado islámico en Siria alrededor de evitar un conflicto con el ejército sirio y el presidente, Bashar al-Assad. Si los aviones de combate sirios atacan a los estadounidenses o a sus asociados sobre el terreno, las cosas podrían escalar rápidamente.

Esta ofensiva de Turquía contra el Estado Islámico no significa que el país ya no deseé eliminar a Bashar al Assad del poder en Siria. Recordar, como bien apunta Mauricio Meschoulam, las rivalidades entre Turquía y Siria y desde luego con Irán. No obstante, la nueva estrategia significa que, para todos los efectos, Erdogan y Assad estarían luchando en el mismo lado, lo que se traduce en un hecho positivo para el dictador sirio, aislado de la comunidad internacional. Assad también se verá fortalecido por el alivio a las sanciones a Irán, su principal apoyo, tras los acuerdos obtenidos entre Teherán y Washington.

Fuente: Global Post, CFR.org y The Atlantic.

 


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