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Tecnología en un mundo globalizado

Por - 25/08/2017

“La sociedad de la información es un sistema económico y social donde el conocimiento y la información constituyen fuentes fundamentales de bienestar y progreso” UNESCO […]

 Tecnología en un mundo globalizado

La sociedad de la información es un sistema económico y social donde el conocimiento y la información constituyen fuentes fundamentales de bienestar y progreso” UNESCO

Quinientos millones de personas intentarán ingresar a un mercado de trabajo en constante movimiento para personas con ciertas habilidades; presionarán la demanda de empleos y se excluirá a las personas menos cualificadas. Por ello, hoy, un trabajador debe dominar las tecnologías, contar con gran cantidad de información disponible, enfrentar desafíos colectivos para alcanzar las metas y dominar ciertas destrezas.

A través de la historia de la humanidad, el hombre ha utilizado diferentes formas de comunicación desde las cavernas hasta la era de la digitalización, desde la comunicación con señas hasta la comunicación a distancia por medio de dispositivos tecnológicos avanzados. La convergencia tecnológica no es un fenómeno nuevo, desde el siglo pasado hubo muchos avances como resultado de la acumulación de conocimientos y tecnologías desarrollados desde el siglo XIX.

El auge de las nuevas tecnologías en el último tercio del siglo XX, despertó grandes esperanzas a la humanidad al ponerle en sus manos poderosos instrumentos de comunicación que pueden favorecer el desarrollo, la extensión de la cultura, la educación, la democracia y el pluralismo. Ahora en el inicio del tercer milenio, la humanidad está creando una red global de transmisión instantánea de información, de ideas y de juicios de valor en la ciencia, el comercio, la educación, la política, el arte, la religión y en muchos campos más.

El aumento de las capacidades de transmisión de datos en condiciones de movilidad y ubicuidad, sumado a la continua expansión del acceso a redes y dispositivos, ha permitido el desarrollo de una amplia gama de aplicaciones electrónicas que cubren todos los sectores económicos. Y también, esas tecnologías han reforzado las tendencias hacia una mayor desigualdad provocada por la brecha digital. En 2014, América Latina el 51% de los habitantes de la región usaban internet; en 2015, el 81% de los hogares en el mundo desarrollado tenían acceso a internet, la proporción de los países en desarrollo fue de 34%, y la de los menos desarrollados de 7 por ciento.

La realidad económica social hace que la información pase a constituir el recurso más valioso. Su control y transferencia constituyen quizás la forma más clara del desarrollo de una sociedad industrial hacia una sociedad de conocimiento en donde la tecnología y la innovación, constituyen la plataforma para un mundo más dinámico y desigual.

El riesgo es que el mundo pueda convertirse en una fragmentada red de individuos aislados que interactúan con datos más que con personas. En esta red se puede ver, en tiempo real, el sentir de la humanidad, al mismo tiempo que es posible tergiversar, manipular o frivolizar ese sentir. Estamos, pues, ante un arma de doble filo, las tecnologías que cambian al mundo y deshumanizan la forma de comunicarnos ¡Hay que recordar el efecto de la Revolución industrial y sus consecuencias en el mundo del siglo XX!

Varios son los desafíos que plantea la construcción de sociedades del conocimiento, como el de reducir la brecha digital que acentúa las disparidades del desarrollo, excluyendo a grupos y países enteros de las ventajas derivadas de la información; garantizar la libre circulación de los datos, información y conocimiento; acceso equitativo a la información por mujeres y hombres; y crear un consenso internacional sobre las normas y los principios necesarios.
Tareas importantes para instrumentar desde los gobiernos y la sociedad, son: fomentar la integración social mediante un mayor uso de la tecnología con miras a la creación de capacidades, la potenciación de la autonomía y la participación social equitativa de los sectores marginados del desarrollo social en un mundo globalizado.


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