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Soy un transformador, no un insensible ni simulador

Por Héctor Parra - 18/02/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Discursos y más discursos de parte de López Obrador, para resolver los grandes problemas que aquejan a la Nación ¿Y las acciones positivas? Basta dar […]

 Soy un transformador, no un insensible ni simulador

Discursos y más discursos de parte de López Obrador, para resolver los grandes problemas que aquejan a la Nación ¿Y las acciones positivas? Basta dar una lectura a sus 10 compromisos para combatir los feminicidios, nos topamos con ideas plagadas de promesas, ilusas intenciones; sin acciones de Estado claras, que permitan vislumbrar el inicio del recorrido del largo túnel que habrá que caminar ¿Dónde están los programas, objetivos y metas presupuestas para resolver el terrible fenómeno social? López, simplemente dio lectura (como siempre) pausadamente a sus compromisos en contra de los feminicidios. Estos son: Estoy en contra de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones; Se debe proteger la vida, de todos los seres humanos, de hombres y mujeres; Es una cobardía agredir a la mujer; Es un anacronismo, un acto de brutalidad, el machismo; Se tiene que respetar a las mujeres; No agresiones a mujeres; No a crímenes de odio contra mujeres; Castigo a los responsable de violencia contra mujeres; El gobierno que represento se va a ocupar siempre de garantizar la seguridad de las mujeres; Vamos a garantizar la paz y la tranquilidad en México ¿Cómo, cómo combatirá el delito de feminicidio? De acuerdo a las últimas estadísticas, en México se cometen un promedio de 4 feminicidios diariamente y el Presidente Andrés Manuel López, simplemente da a conocer sus intenciones; ninguna acción para combatir el abominable delito.

En respuesta a varias preguntas que lanzó a boca de jarro una activista en una de sus conferencia mañanera, dijo que él (López Obrador): “no solo estoy preocupado estoy ocupado, no es el análisis de la realidad o administrar el conflicto del problema, yo soy un transformador”; continuó la perorata presidencial: “ya organizaciones para la defensa de las distintas causas, expertos especialistas, el nuevo discurso (y dale con los neoliberales) neoliberal de la visibilidad de las políticas públicas, corrientes de pensamiento que se han extendido llegan a México que se arraigan son atendidas por nosotros, pero nosotros tenernos un propósito central, luchar para que no haya desigualdad en México, entonces son otros los movimientos, no meterse al meollo del asunto, nosotros queremos que haya igualdad en México, que no haya corrupción, porque, sostenemos que hay que acabar con la corrupción, es la causa principal de la desigualdad, de la inseguridad y la violencia, estamos atendiendo lo fundamental todos los días”. Y remató diciendo: “En el caso del feminicidio nos interesa enfrentarlo, porque es además de un crimen un acto de discriminación, un crimen de odio, por eso, pero todos los crímenes los estamos enfrentando”. Así de simple y burdo, más bien pareció una burla; esas fueron las declaraciones del responsable de atender las políticas públicas de la alta incidencia de la criminalidad en México ¡Mientras tanto, que el pueblo se desangre!

Todo queda al margen en su gobierno, antes debe atender la corrupción y la desigualdad. Eso lo saben los criminales que no se arredran, no se detienen, el gobierno les permite que, bajo el manto de la impunidad, puedan libremente delinquir, total el Presidente siempre anda entretenido en otras cosas, de paseo, repartiendo dinero por toda la República, a manos llenas, para abatir la desigualdad económica de los pobres, mientras los delincuentes van por mucho más que una simple pensión. El mismo responsable hace saber a la delincuencia que ellos no son el problema, son la consecuencia, de tal manera que va por el origen ¿Sabrá López Obrador que la delincuencia maneja más dinero que su gobierno? Bajo esta miope perspectiva de gobernanza, nada le preocupa a López, va por la transformación y mientras transforma (vaya que lo está logrando) a México, el campo de batalla es libre para delinquir, las estadísticas no mientes, más de 35 mil homicidios durante su primer año de gobierno, otros tantos miles de delitos que acompañan el desastre.

Por eso, ahora se entiende que sea prioritario para al gobierno de la 4T, la “rifa, no rifa de un avión” y que el mismo Presidente se haya convertido en el principal promotor de una rifa para ganar dinero, en lugar de atender los asuntos de interés para el Estado; el dinero es el objetivo presidencial, le urge obtener más recursos económicos ¿Sabrá que son finitos? Por eso esquilmó a empresarios con 1,500 millones de pesos, para poder sufragar sus necedades. Para eso puso a Alejandro Gertz Manero en la Fiscalía General de la República, convertido en recaudador de fondos, no para procurar justicia, al Fiscal le impusieron otras prioridades y en cumplimiento a ellas, se pone de rodillas frente al Presidente López, para obsequiarle una ofrenda de 2 mil millones de pesos. Andrés Manuel, insaciable demanda más y más ingresos, para financiar sus caprichos como el tren Maya, sus refinerías y su aeropuerto; entre otros; se entretiene más con la rifa. Nada resuelve, a grado tal que el asunto de los 43 normalistas asesinados, lo endosó al Fiscal General y al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, después ellos serán los responsables de la probada ineptitud presidencial.

Confesión no pedida, culpabilidad manifiesta. El Presidente de la República, confesó que otras son sus prioridades ¡Acabar con la corrupción es una ficción! Ahora ellos son los corruptos, solo que dentro de la visión de López ellos no son corruptos; los hechos prueban lo contrario, están de muestra las compras consolidadas, el despido de miles de empleados, incluso del sector salud, eliminación de Estancias Infantiles, falta de medicamentos para enfermos, etcétera ¡Qué decir de los 137 muertos en Tlahuelilpan, todo por su culpa! Además de inepto, es corrupto; el Presidente engaña bobos, dice combatir lo que él mismo representa: la corrupción. Todos los subordinados de su gobierno lo siguen, cumplen con la misma y ciega fe de sumarse a las filas de la nueva corrupción; ahí están los legisladores que aprueban un presupuesto de Egresos y el Presidente lo trastoca, sin que aquellos levanten la voz, le consienten todo; inequívocamente es corrupción. Qué decir lo realizado por la Secretaria Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, que absuelve al manifiesto corrupto del Director de la CFE, Manuel Bartlet Díaz; Andrés Manuel, apoya la resolución de quien no tiene el menor conocimiento de Derecho. La nueva corrupción se llama la Cuarta Transformación, así que la prioridad del Presidente no es resolver los grandes problemas, el “transformador” de ideas trastocadas. Sus prioridades son la corrupción y la desigualdad, no de hechos ciertos que resuelvan otros tantos asuntos de Estado.

Bien porque se atiendan las enormes desigualdades económicas que existen entre los mexicanos; pero, con las políticas del “transformador” de López Obrador, lo único que está haciendo, es ampliar las desigualdades, obsequiando dinero no atiende de raíz de los problemas; en cambio, desincentiva el crecimiento económico, logró que se derrumbara la creación del empleo, no hay inversiones ni públicas ni privadas; economía estancada. No cabe duda que la 4T, lleva a México por el camino del fracaso; si antes estábamos más, ahora estamos peor, vamos en picada. De continuar por el mismo rumbo, dejará en ruinas al México del siglo XXI. Sus experimentos de corte socialistoide hasta ahora no funcionan, sigue el mismo camino que en Venezuela con Chávez y Maduro, un pueblo hoy sumido en la desesperanza y, solo un golpe de estado los hará cambiar. Lograron depauperar a su pueblo. Mientras tanto, impávido el “transformador” no se inmuta ante el horror de los feminicidios, quien en lugar de generar políticas públicas que combatan con fuerza y de raíz el problema, simplemente emite un decálogo de buena voluntad. Gana la mezquindad de Andrés Manuel López Obrador. Así no se resuelven los problemas.

Héctor Parra


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