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Sin límites el cinismo de López Obrador

Por Héctor Parra - 26/05/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

“Cada quién interpreta los datos como los entiende”, esa fue la respuesta de Andrés Manuel López Obrador, al conocer la información del Inegi, institución que […]

 Sin límites el cinismo de López Obrador

“Cada quién interpreta los datos como los entiende”, esa fue la respuesta de Andrés Manuel López Obrador, al conocer la información del Inegi, institución que reportó que, en el año 2019 –gobierno de Amlo-, se registró la mayor corrupción de los últimos años, alcanzando la escandalosa cifra de 12 mil, 770 millones de pesos. Ante fulminantes datos, el Presidente intentó defenderse, como suele hacerlo –sin datos duros, solo argumentos banales, tal cual “coyote” en los juzgados-; se fue por otra información de la misma institución, en la que refiere que la “gente tiene más confianza en el actual gobierno, porque no se permite la corrupción, para rematar con la frase que seguramente será acuñada para la historia: “Cada quien interpreta los datos como los entiende”. Con esa frase se puede tratar de comprender, la forma de pensar, si se puede inferir: razonar, del Presidente de la República y colegir con otro de sus dichos “populacheros”, cuando afirmó en varias ocasiones, encontrando como escurrir su irresponsabilidad o su torpeza al referir: “yo tengo otros datos”. Ambas frases resumen su “política pública”, traducida en absoluta irresponsabilidad en su manera de gobernar y cómo no, para todo tiene una falsa salida y elude sus errores constantes; total, el Presidente de la República, tiene otros datos y él interpreta los datos como los entiende, no como son. Con esa actitud displicente y forma de gobernar, pretende compararse con verdaderos estadistas ¡Pobre iluso!

 

El juego de la distracción que acostumbra Andrés Manuel no se hizo esperar, así que su información para los periodistas fue lo siguiente” “Hay algo también de eso, vamos de arriba para abajo como se barren las escaleras y abajo todavía hay extorsión y gobiernos locales que todavía siguen sin entender que esto ya cambio, por más que les mando telegramas avisándoles: ‘situación cambio, cero corrupción, cero impunidades, ten cuidado no vayas a terminar en el bote’. Les mando los telegramas, pero a veces no escuchan” ¿Escuchan o leen? Por supuesto López no abordó el tema de los Bartlet, tampoco lo de la compra de las pipas para Petróleos Mexicanos, mucho menos sobre la asignación directa de contratos millonarios a sus allegados o, sobre la constante violación de amparos por parte de su gobierno, ni sobre la liberación de Ovidio Guzmán; eso y más es corrupción a primer nivel del gobierno de la 4T.

 

Para el Presidente es más importante la simple “percepción” de honestidad, que los datos duros de la corrupción de su gobierno, corrupción que la traslada a gobiernos estatales y municipales, hasta allá “bateó la bola”, lo malo que su “bola” se salió del campo y no cuenta. La corrupción es una realidad, está en el gobierno de la 4T, la información del Inegi contiene y se nutre de datos duros. La frase desgastada de Amlo, que repite según le conviene, aquella que refiere: “las escaleras se barren de arriba hacia abajo”, seguramente es muy cierta en el vulgo de la gente; sin embargo, parece ser que López Obrador, no sabe barrer bien o deja intencionalmente mucha basura junto a él,  aquella que le conviene dejar en cada escalón, solo así se puede entender la enorme suciedad que existe en su gobierno, debe comprender entonces la estratosférica cifra de más de 12 mil millones de pesos en corrupción en el primer año de gobierno de la 4T, cantidad que rebasó la corrupción de años anteriores. Así es la terquedad de Andrés Manuel, no en balde se justifica con: “cada quien interpreta los datos como los entiende ¿Retrasado mental o mañoso?

 

De tal suerte, a 18 meses de haber iniciado el gobierno lopista, sigue imaginando la creación de 2 millones de empleos; la descarnada y dura realidad es otra, en lo que va de la pandemia, el IMSS, por medio de la Secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, informó que se han perdido 346 mil, 878 fuentes de trabajo; más otro tanto que se perdieron el año pasado. Con la derrama del presupuesto público, López Obrador, sigue creando castillos en la arena, que se derrumban ante la primera oleada. Si en verdad López quisiera generar empleos, no tendría de “albañiles” a los elementos de las fuerzas armadas, quienes ya cobran su salario en la Secretaría, pocos son los empleos temporales que crean, los soldados acaparan los puestos de mando; y sí impide obras como aquella que ordenó suspender de una cervecería en Baja California, varios miles de empleos se fueron a la basura, el miso Presidente desalienta el crecimiento económico.

 

Otro de los engaños de Andrés Manuel, quien juega con datos. Los siguientes números fueron obtenidos de la información que brindó en su conferencia de prensa; dentro de los 27 programas prioritarios, Manuel López dijo que creará 47 mil, 791 empleos en el programa de sus Bancos de Bienestar ¿Cómo? Veamos. Encargó a la Secretaría de la Defensa nacional, la construcción de los inmuebles, por lo tanto no habrá creación de empleos, salvo los de albañilería, esos serán temporales; ahora que, si se refiere al personal burocrático que laborará en las nuevas oficinas, seguramente el número no compensa los miles de empleados que ha despedido el señor López en lo que va de su mandato. Esta vez haré uso de una de sus frases celebres: “cada quien interpreta los datos como los entiende”.

 

Otra desfachatez del Presidente. Informó que creará 230 mil, 872 empleos de su programa: “Jóvenes construyendo el futuro”. Que alguien le informe al Presidente que esos no son empleos formales, son “apoyos económicos” de sus programas sociales. Más. Contrataciones en la Sedena 26 mil, 714 empleos ¡Otra vez! ¿Y los empresarios no crearán empleos? Los empresarios son los únicos que generan empleos formales, pagan salarios, generan riqueza y enteran los adorados impuestos, aquellos ingresan el dinero para pagan todos los programas de López Obrador. Así de simple. Por esa razón,  el cínico del Presidente agradeció a Carlos Slim -esta mañana-, el pago de 8 mil millones de pesos en impuestos que debía. Caso muy especial el de Slim, empresario que por años y años ha lucrado con los mexicanos,  desde que Salinas de Gortari le vendió la empresa de los mexicanos, generando por muchos años, entonces, un monopolio, robando a todos aquellos que hacen uso de Telmex y Telcel ¿Recuerdan cuando Slim cobraba al usuario que llamaba y al que recibía la llamada? Los minutos los cobraba a su antojo y lo sigue haciendo ¿Agradecerle pagar impuestos? Claro que no. Carlos Slim, es protegido de López Obrador, recibe contratos multimillonarios del gobierno federal, por asignación directa del mismo Presidente. Simplemente devuelve el favor ¿Plena y llana corrupción! Esa es la basura que no barre el Presidente de la República Mexicana, la guarda para él.

Héctor Parra


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