Sabia virtud, de conocer el tiempo…

Con el último mes del año corriendo – y los días de este volando – el piso político del país se sobrecalienta; también el de Querétaro, llevado irremediablemente por aquél.

Los frentes políticos están ya abiertos, sin estar en guerra electoral oficial declarada. La de ahora es soterrada y por debajo de la mesa. Difícil de ver, pero fácil de entender.

Si bien “el INE no se toca”, poco hace – menos el presidente – por poner orden en la cancha, invadida ya por los variados y muy numerosos personajes de todos los partidos políticos. Y las encuestas, asistidas o no, pululan.

El lunes de esta semana, Movimiento Ciudadano realiza su Convención Nacional Democrática Extraordinaria para exhibir – bueno, Dante Delgado – sus corcholatas. Hace mutis a posibles alianzas (¿?) cuando a sus espaldas se podía leer un enorme letrero sobre fondo naranja, “Vamos a ganar la Presidencia de México”. Arremete contra el presidente y su partido y, de paso, se da aires de pureza. “Solo nosotros somos futuro” .

A Luis Donaldo Colosio Riojas ahí presente, cuando hizo uso de la palabra le desgranaron la palabra de “presidente, presidente”, pero nada lo obnubiló. Ahí Samuel García, el gobernador de Nuevo León quién ratificó su inclinación partidista con MC. “Así vamos a estar en el 2023 y 2024”; pero no estuvo ahí Enrique Alfaro. Dante es un zorro de la política y sabe a lo que juega. “…de los tres que yo tenía, ya solo me quedan…”. ¿Hasta dónde estirará la liga?

Ahí, en esa Convención Nacional, varios queretanos. El grupo lo encabezó Cesar Cadena, el delegado especial en funciones del presidente para Querétaro. “Estamos construyendo la mejor plataforma electoral para que en 2024 ganemos la presidencia”, me dijo. Y en una precisa foto aparece con LDCR, lo busca, lo procura… y este se deja cobijar. No baja en las encuestas nacionales. Colosio lo sabe, lo siente, pero no se precipita. Sabe el valor del tiempo político.

Para Querétaro y en la totalidad de los partidos, las decisiones políticas con alianzas o en solitario, estarán sujetas a las nacionales. Nadie se encarta, tampoco nadie se descarta.

Hoy estará aquí Marcelo Ebrard Casaubón, el canciller mexicano, metido también como uno de tres de Morena para la presidencia. Su visita alienta, pero no tranquiliza. Anda en campaña y, como no queriendo, viene más a lo suyo que a lo de Querétaro. Por lo demás, lo que salga o se desprenda de esta visita ya es ganancia, particularmente en inversiones para nuestro estado.

Donde se muevan cualquiera de las tres corcholatas, es noticia. Vienen con su prensa, la que les sigue a todas partes, la personal o bien, la que trabaja por encargo de las empresas periodísticas. Todo lo que digan o lo que hagan, puede ser usado en su contra…o a su favor.

En esta semana, lo de Ricardo Monreal Ávila, que hace piruetas políticas para que no lo borren desde arriba en su propuesta de partido o la quasi independiente, de ser candidato a la presidencia. Para esquivar su presencia en la marcha, asiste a la décimo sexta reunión interparlamentaria México España. Ayer esquivó con habilidad el escolló político que le había puesto Abraham Mendoza, el delegado de Bienestar en el estado de Hidalgo, a donde asistió para cobijar al senador Navor Alberto Rojas Mancera que rendía uno de sus informes. “Lo que buscamos en Morena es que haya democracia y unidad”. No pierde compostura, y sabe, como el que más, también esto de los tiempos.

En la Cámara de Diputados Santiago Creel, presidente de la mesa directiva, es el que hace la puja por la aún viva Alianza por México. “El líder del PRI puede librarse del desafuero…si Alito sede, la coalición opositora se acaba”, dice. Y este partido le exige “prudencia, respeto” por boca de Rubén Moreira. “No permitiremos que el poder legislativo se convierta en ventanilla de trámite del gobierno” dice Alito, para ratificar el voto del PRI en contra del dictamen de la iniciativa del gobierno. La batalla grande sobre la reforma electoral viene este martes 15 del mes que corre, y defenderán a más no poder, que el padrón y la credencial de elector se queden en el INE.

Y ahí en el congreso, Morena desdibuja la reforma electoral para irse, seguramente, por las modificaciones a las leyes secundarias.

En tanto, aquí todo tiene rebote.

En estos días, una encuesta de Mitofsky de Roy Campos, pone el crecimiento a la aprobación presidencial, nueve puntos arriba del que tenía en noviembre del 2020. Y se va al 52 por ciento de aceptación, contra los 43 que tenía hace dos años.

Estamos a menos de 18 meses de la elección presidencial del 2024; parece mucho pero no es así. El tiempo vuela cuando las definiciones están por llegar.

“Sabia virtud, de conocer el tiempo… a tiempo amar y desatarse a tiempo…dar tiempo al tiempo que, de amor y dolor, alivia el tiempo”.

Y se aplica – sin duda – también a la política.