“Pancho no es mi amigo…Mauricio tampoco”

La ciudad – Querétaro – había amanecido fresca, húmedas sus calles. Un chubasco la tarde anterior la zarandeó.

A eso de las diez, el sol comienza a medio calentarla.

Es la esquina que forman las calles de Arteaga y Nicolás Campa, normalmente tranquilas a esa hora, donde ya se nota bullicio…ruido…personas.

Son las pre campañas electorales las que lo generan…son sus tiempos, sus apremios y que, en visiones diferenciadas, lo generan los once partidos políticos de esta entidad.

Aquí y en esa esquina, se vive y se deja sentir el otro extremo de la geometría política, la izquierda.

Y en el pequeño patrio del CDE de Morena, se ven distribuidas no más de unas 25 sillas. Prueban el sonido portátil. Jesús Méndez, su presidente, estaba terminando él mismo su instalación.

Activistas de este partido llegan solos o en pequeños grupos.

Es la presentación de Celia Maya García, su carta a la gubernatura de Querétaro.

Al fondo, en un letrero grande, se podía leer “Morena, Querétaro”.

“Querétaro ha sido testigo de hechos históricos trascendentes y punto de partido de importantes transformaciones”, así inicia Celia su intervención.

Todas las sillas estaban ya ocupadas, guardando la distancia recomendada. Buena parte de sus mejores hombres y por supuesto mujeres, están ahí. Los ideólogos de partido, los pragmáticos y l@s “todo terreno”…varios de sus consejeros. Eduardo Miranda, la muy valiosa Carmen Gómez Ortega, IV; Rosa Alicia Tarín, I; Agustín López Guerra, V; Betty Robles Gutiérrez, III. Estos últimos cuatro – Betty quiere repetir – buscan la diputación federal. Al lado de sus nombres, el distrito que pretenden. La semana que viene, les darán decisión.

También Arnulfo Moya Vargas; igual César Gutiérrez – posible coordinador de campaña – Saúl García, encargado, por ahora, de la coordinación de giras. Y muchas mujeres consejeras. No asistió Ángel Balderas, presidente del Consejo Estatal.

Todos los demás nombres a las diferentes candidaturas, con un secreto. Igual el de él o la, aspirante a la presidencia municipal de Querétaro. La semana que entra aparecen convocatorias.

Con este cobijo de su gente, las palabras de Celia comienzan a tomar nivel.

“En Querétaro, hemos padecido no solo el colapso del bienestar social, sino corrupción política, que ha deteriorado los sistemas de salud y educación. Esta corrupción política también ha generado especulación de nuestro territorio y deforestación; sin dejar de mencionar la privatización del agua”.

Sus palabras – sin decir nombres ni instancias – llevan dedicatoria.

“…tenemos que terminar con la descomunal deshonestidad…la corrupción se ha institucionalizado”.

Y es que, desde siempre – aunque formó parte del sistema de justicia en este estado – la ahora pre candidata ha sido claridosa.

“Por eso, mi principal propósito y el de nuestra lucha, es desterrar la corrupción y la impunidad, cortarlas de tajo…transformar el gobierno de Querétaro”.

Sueños y proyectos se entrecruzan, propósitos.

“En muchos años – cierra – no habíamos tenido al alcance de la mano, como ahora, la reconstrucción de nuestro estado”.

En la lectura de su mensaje, tardaría escasamente unos cinco minutos. Seis veces más en responder a la veintena de periodistas ahí congregados.

A Celia se le ve tranquila, serena; ninguna pregunta le inmuta y a todas contesta:

“…a mi candidatura, la respuesta ha sido totalmente positiva, nada tengo que señalar a mis compañeros y compañeras de Morena. Todos se están sumando al proyecto”.

Las preguntas se enciman pero, una a una, las responde.

“…todo mundo tiene derecho a disentir. Si hay alguien por ahí en desacuerdo, que inicie algún procedimiento ante algún tribunal. En Morena, las libertades son plenas”.

Dice haber sentido el entusiasmo de la militancia. Ayer mismo abrió precampaña electoral.

-¿Rival a vencer? Pregunté.

“… a todos los adversarios hay que tomarlos en cuenta…si la fuerza política que está más o menos igual a nosotros, es Acción Nacional, serían ellos el partido a vencer”.

No descarta ninguna candidatura común, “Morena está abierto”.

Alguna pregunta de partido, la toma Jesús Méndez, pero esta va directa a ella:

¿Hay algún reclamo o distanciamiento con Santiago Nieto?

“No, no tenemos ningún distanciamiento.

¿Ya platicó con él?

“Si…lo he platicado…bueno, así como decirle que ya me senté dos horas a platicar con él, no; pero si nos hemos visto. Santiago es una persona que conozco, con quién he tenido amistad desde hace tiempo, por la Universidad, por las clases desde hace años como académicos. Llevamos pues una buena relación.

¿Pancho y Mauricio son sus amigos?

“¿Quién es Pancho? – pasan tal vez dos segundos – ah sí ¿Se refiere a Domínguez? No, no es mi amigo, solo lo conozco por la función que tiene y porque nos hemos visto en las campañas.

Y…¿Mauricio?

“Tampoco es mi amigo. También solo lo conozco de las campañas”.

Lo dicho, genio y figura.