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Opiniones encontradas y perversas de la 4T

Por Héctor Parra - 16/09/2019

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

La semana pasada el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, incurrió en aberrantes y descaradas contradicciones, en relación al homicidio tumultuario de los 43 normalistas

 Opiniones encontradas y perversas de la 4T

Foto: Archivo

No cesan las perversas opiniones de los altos funcionarios del gobierno de la 4T, muchas de ellas resultan contradictorias entre sí, mas poco les importa entrar en franca contradicción, ellos se sienten dueños de la verdad y lo que digan es lo que debe creerse.

En la semana pasada el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, incurrió en aberrantes y descaradas contradicciones, en relación al homicidio tumultuario de los 43 normalistas. En reunión con los veleidosos padres de familia, Encinas dijo a los medios de comunicación que era casi seguro que los estudiantes normalistas se encontraran en el Estado de Guerrero, dando a entender que están aún con convida.

Días antes se había quejado amargamente por la liberación de Gildardo López, responsable del homicidio de los 43 normalistas ¿Por qué quejarse de la liberación, si los normalistas están vivos? Desvergonzada contradicción. Luego, el sábado 14, el mismo juez de distrito Samuel Ventura Ramos, con sede en el Estado de Tamaulipas, dejó en libertad a otros 24 responsables de la masacre de estudiantes del caso Ayotzinapa.

Nuevamente, no tardó en reaccionar Encinas y calificó de burla a la justicia la liberación de los procesados, afirmando que resoluciones como esa alientan el “silencio, la complicidad y la impunidad para conocer la verdad”… ¿Están o no están vivos los normalistas?

No conforme con lo dicho, Alejandro afirmó que esas resoluciones demuestran  la podredumbre del sistema de impartición de justicia en México. No podía desaprovechar la oportunidad de abuso en sus torpes declaraciones el subsecretario, al asegurar que la Fiscalía General, presentará los recursos y diligencias necesarias para denunciar a los servidores públicos que no cumplieron con sus responsabilidades en el desarrollo de la investigación; acusarán a Jesús Murillo Karam, Tomás Zerón de Lucio y José Aarón Pérez Carro.

¿Sabrá el ignorante de Encinas que la Fiscalía es autónoma constitucionalmente y no depende de ellos? ¿Cómo van a instruir a Gertz Manero para que inicie las investigaciones en contra de sendos exservidores públicos si no depende del titular del Poder Ejecutivo?

¿O es muy ignorante o resulta ser perversamente abusivo, prepotente y abusa del poder que le da su cercanía con el Presidente de la República? ¡Más respeto para Alejandro Gertz Manero, por favor! La Fiscalía General de la República ya no depende del Poder Ejecutivo, es constitucionalmente autónoma, por lo tanto no obedece (teóricamente) al Presidente de la República. Vaya cinismo de servidores públicos de 4T.

El gobierno de la Cuarta Transformación, por medio de sus múltiples voceros, ha insistido en que, la “verdad histórica” de ese expediente es mentira y que los 43 siguen con vida, solo es cuestión de localizar su paradero. Encinas aseguró que ya casi los localizan, que están en Guerrero, por ello resulta inconcebible que se molesten por la liberación de los procesados.

Son opiniones perversas y encontradas, ellos mismos no son constantes y firmes en sus propias opiniones, todo depende del asunto político que traten; a los padres de los normalistas les hacen creer que sus hijos están con vida; pero al juez que libera a los procesados lo tildad de corrupto, así como a los que llevaron a cabo las investigaciones.

Si fuesen congruentes, alegres deberían estar por liberar a inocentes, pero no, se molestan por ello, lo que resulta una franca contradicción. Supongo que todo se debe a que, solo ellos son dueños de la verdad y no aceptan competencia en la materia; lo malo es que en el tránsito cometen severas equivocaciones y abusos, como eso de pretender instruir al Fiscal General, Gertz Manero, para que inicie las investigaciones penales.

Lo que debe hacer Alejandro Encinas es presentar las acusaciones, las pruebas y hasta entonces, podrá actuar el Fiscal. Ahora que, también olvidan que el Fiscal, antes Procurador (la institución) fue quien elementó la averiguación o carpeta de investigación, así que el fiscal se estaría acusando asimismo por incompetente y corrupto.

Tratándose de liberaciones o libertades de presos, solo ellos son los autorizados para determinar quien sí y quién no sale en libertad de los reclusorios. Para eso presentaron la iniciativa de decreto que crea la Ley de Amnistía, para dejar en libertad a miles de presos sentenciados, procesados o de aquellos a quienes se les sigue la investigación, para que, el magnánimo Presidente de la República,  conceda la libertad absoluta a quienes ellos decidan; sean amnistiados los que ellos decreten.

Pero, si lo decide la autoridad jurisdiccional, entonces son corruptos y califican al sistema judicial de podrido. No tienen la delicadeza de respetar a otro Poder. No, todo indica que la política del gobierno de la 4T, es seguir debilitando la credibilidad del sistema de justicia, para hacer de ella lo que le venga en gana al gobierno de López Obrador; ese es el fin que buscan, por eso no toleran que los jueces impartan justicia (bien o mal, es atribución de los jueces), pretenden que la justicia esté en manos del Presidente de la República, quien lo ha dicho con todo cinismo, primero la justicia (de él), después el derecho positivo. Así las cosas, miles de delincuentes próximamente  serán liberados por el gobierno de la 4T.

Conclusión. No cabe duda que los funcionarios del gobierno federal, son tremendamente contradictorios, aberrantemente enfrentan al sistema jurídico; empecinadamente caprichosos para imponer criterios inviables política, social y jurídicamente. El exceso de poder les afecta, terminan por perjudicar  a todo el sistema jurídico y democrático del país, cayendo en lo que ellos dicen aborrecer: la corrupción institucionalizada.

Héctor Parra


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