×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Lupita, la queretana de mayor edad en el estado (Segunda parte)

Por Andrés González - 01/07/2020

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

A la señora Lupita Martínez, la queretana con más de 108 años de edad, bien se le puede considerar como la persona más longeva de […]

 Lupita, la queretana de mayor edad en el estado (Segunda parte)

A la señora Lupita Martínez, la queretana con más de 108 años de edad, bien se le puede considerar como la persona más longeva de todo el estado de Querétaro.

Pero hay un misterio en la vida de esta extraordinaria mujer, que ninguno de sus hijos – ni una nieta que es doctora – ha podido explicar. Más adelante se lo comento.

Vamos por partes.

Desde su casa de las calles de Madero, en la colonia “Niños Héroes”, la señora Lupita Martínez y con parte de sus hijos, vio pasar casi todo el siglo XX.

“Mi madre me platica – me dice don Joel – del Querétaro de los años cuarenta, cuando llegamos a esa casa”, me dice don Joel, su hijo.

La colonia en la que vivían comenzó a crecer y la ciudad a cambiar.

Era el gobierno de don Agapito Pozo Balbás – 1943-1949 – cuando también las calles del centro empezaron a ver transformados sus empedrados por adoquín rosa, extraído de las cercanas canteras de La Cañada.

Habían comenzado también – y un poco antes – la formación de las colonias del Cimatario y casi a la par, la de Jardines de Querétaro.

Se tuvo en los cuarentas y cuando las calles del centro estuvieron adoquinadas, la llegada de la primera tienda departamental “La Ciudad de México” de los Proal, una familia de ascendencia francesa y quién, en un barco, habían hecho el viaje hacia nuestro país, junto con don Clemente Jacques, ya exitoso industrial que se hizo de riqueza empacando chiles precisamente con esa marca.

Y mire lo que es el tiempo.

Cuando la Universidad Autónoma de Querétaro fue fundada – un 24 de febrero de 1951 – nuestra queretana estaba ya en plenitud de su madurez; tenía 39 años. Era gobernador de Querétaro don Octavio S. Mondragón. Lupita nunca se imaginó lo que ahora es esta Casa de Estudios. Muchos años después, ahí estudiaron parte de sus nietos.

¡Y todavía vería pasar los sexenios de siete gobernadores, incluyendo el que corre de Francisco Domínguez Servién!

Pero algo inexplicable tiene la vida de esta mujer…y su extraordinaria longevidad.

Nos lo platica don Joel, su hijo.

“Y es que hay cosas tan maravillosas que no nos explicamos como ella las ha pasado. ¡No nos explicamos de qué está hecha nuestra madre!

Cuando Lupita estaba por cumplir los cien años, uno de los hermanos de don Joel, de nombre Martiniano, “se puso muy enfermo y como mi madre andaba ya cerca del siglo de vida, todos nos turnábamos para cuidarlo. Aun así, mayor de edad y todo, mi madre le lavaba todos los días una válvula que le habían colocado pero un día, cuando se la estaba lavando, a mi madre le tronó la cadera. Y se cayó. De ahí empezó a estar enferma”.

Después y gracias al cuidado de la señora Flor, esposa de don Joel, es que la señora Lupita, sin operación alguna, sorprendentemente se recuperó. Y empezó a caminar con su andadera.” Es cuando el médico familiar que la atendía, nos dijo que, por su avanzada edad, no iba a tardar muchos años en partir. Y de eso hará ya buena cantidad de años”.

Pero después se dieron más situaciones sorprendentes y casi inexplicables.

“Sucede que, cuando ya pasaba los cien años de edad – hará de esto unos seis años –sucede que a mi madre le salió un tumor en la rodilla. Entonces, mi hija – que es doctora – la operó. Aún en el hospital, es que me dice: Sabes que papá, a mi abuelita le encontré algo muy raro en el tumor de su rodilla. No me gusta nada esto y lo voy a mandar a patología para que lo examinen. Y así se hizo. A los cuantos días, a la doctora y a la familia, les llegó el resultado: Cáncer.

“Que hacemos hija…tú debes saber qué hacemos. Nada papá, ya nada se puede hacer porque a la edad que ella tiene, cualquier tipo de quimioterapia o radiación, no la resiste. Ni siquiera le digan a ella que dio positivo”.

De esto que nos cuenta don Joel, han pasado ya cinco o seis años.

“Esta es otra de las cuestiones que no nos explicamos con ella…sus sistema inmunológica trabaja a las mil maravillas, nunca se enferma de nada, vamos, ni siquiera de gripa”.

Toda la familia – desde el hermano de la señora Lupita que fue sacerdote – el mismo don Joel y su hermana Martha Udelia, han sido católicos practicantes, ejemplo que recibieron de “mamá Lupita”.

“Por eso le damos gracias a Dios que todavía, a sus 108 años, nos la permita tener con nosotros…y hasta que Él diga…”

 

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


Otras notas



De nuestra red editorial