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“La Señora Presidenta”

Por Andrés González - 20/04/2018

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Ahí, en la plenaria del jueves, no salió a relucir el temblor interno que apenas había sido superado en el TSJ

 “La Señora Presidenta”

La tarea del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Querétaro, si bien está saliendo a jaloneos porque los recursos siguen siendo insuficientes y el crecimiento población no se detiene, recibió otra sacudida en su interior, a raíz de la elección de los dos nuevos magistrados que, aprobados por la legislatura, entrarán en breve en servicio.

Ahí, en la plenaria del jueves, no salió a relucir el temblor interno que apenas había sido superado en el TSJ.

Resulta que la presidenta de este Poder, Ma. Consuelo Rosillo Garfias, no acaba de aprender que el TSJ es un cuerpo colegiado en el que, para decisiones mayores – y esta que pasó era una de esas – se debe de consultar o bien convencer con alguna propuesta, a trece magistrados que lo conforman y al menos enterar a los supernumerarios.

Ninguna de las dos cuestiones hizo “La Señora Presidenta”.

Y allá al legislativo solo llegó la instrucción de que “deberán de ser Eduardo Sarabia Sánchez y Carlos Roberto Fernández Moreno” si bien se “analizaron” los nombres de Everardo Pérez Pedraza, Víctor Jesús Hinojosa Morales y Alejandro Chávez Arias.

Y si, ya lo notó usted, entre los dos seleccionados y los analizados, no va el nombre de una sola mujer. Ni una sola.

Pues bien, resulta que la lista que originalmente se enviaría al legislativo, venía el nombre del Lic. Everardo Pérez Pedraza, propuesto por los pantalones de la presidenta, sin haber tomado parecer a ninguno de los magistrados del TSJ.

Y estaba por consumarse el “albazo”.

Solo que ahí mismo al seno del TSJ, a la presidenta Ma. Consuelo Rosillo Garfias, le saltó la liebre, por el simple hecho de que “así, no debe de proceder”.

Y va pa´tras.

La realidad es que, aun cuando ya camina en su tercer año de ejercicio en el cargo de Presidenta, no acaba de formar ni liderazgo entre los magistrados, ni estilo en el bien hacer equipo en ese Poder.

Las sesiones al interior del TSJ que suelen ser privadas, no fueron precisamente tersas en torno a este tema. Y no tanto por el nombre, sino por la forma en que se quiso “adelantar” la señora Presidenta.

Porque, fíjese usted – trascendió – que no era consulta la aparición del nombre de Everardo, sino que la inclusión ya estaba lista para así enviarse al legislativo.

Y se detuvo.

Y volvieron a hacer “cabildeo” muy a pesar del berrinche que hiciera Rosillo Garfías. Así fue como la Junta de Coordinación Política de la Legislatura “propuso” al pleno los nombres de Eduardo Sarabia y de Carlos Roberto Fernández Moreno para ser electos sin contratiempo alguno en el legislativo.

El temblor sigue pero acá, en el Poder Judicial del Estado.

Esto pasa cuando un titular del TSJ – en este caso la “Señora Presidenta” – no termina de aprender la forma correcta de hacer las cosas.

Que con su pan se lo coma.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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