La primera prueba

El acoso – y jaloneo – al interior de los partidos políticos, ya comenzó.

Signo de los tiempos. Y de los intereses que existen. Ni que.

Al partido “Querétaro Independiente” – el primero y el único con registro local – ya le llegó la primera prueba.

Antes de las nueve de la mañana de este domingo, en las cercanías al hotel Domun – el que está frente al Estadio Corregidora y a un costado de la autopista – se comenzó a notar movimiento de personas.

Y es que el fin de semana comenzó a circular un citatorio para realizar una sesión del Consejo Estatal de ese partido, donde se seleccionaría el método para designar “a los y a las precandidatas para los 15 distritos electorales locales y las 18 fórmulas para los H. Ayuntamientos para el estado de Querétaro…”. Así, a la letra.

Nada venía – aún – sobre la selección de su precandidato a gobernador.

El citatorio lo envía el señor Guillermo Carlos Sánchez Morett, secretario general del comité ejecutivo estatal y consejero estatal.

Lo firman Ma. Concepción Herrera Martínez presidenta del CE y presidenta del CEE de QI, pero también María Elizabeth Ramírez Vargas, secretaria del consejo estatal y secretaria de organización del CEE del citado partido.

Y ahí comenzó, desde la tarde noche del sábado, todo el movimiento y redacción de denuncia en contra de Connie Herrera.

Y cuando las primeras personas ya se juntaban en las afueras del citado hotel – irían a dar las nueve de la mañana – a la misma hora y en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado de Querétaro era presentada una denuncia en contra de la presidenta de “QI”. Iba dirigida al M. en A. Gerardo Romero Altamirano, consejero presidente del Consejo General del IEEQ.

La denuncia fue preparada desde el sábado anterior – 14 de noviembre – pero fue recibida en esa instancia el domingo 15 – ayer – a las 8 de la mañana con 51 minutos.

La acción no fue pues, producto de la casualidad ni de bote pronto. Fue una acción premeditada con aviesas intenciones.

Y es que desde muy temprano, mucho antes de las nueve, por las redes sociales de muchos medios llegaba el aviso de que “habría una bronca en esa sesión”. Y junto con la militancia se hicieron presentes los medios.

En realidad, la entrada al salón fue cerrada por un grupo de entre quince y veinte personas que, con cartelones de llamativos colores, señalaban a la dirigente estatal de “falsificadora de documentos”, entre otras lindezas. Ya se las imaginará usted.

Sin embargo, militancia del partido “QI” no identificó a ninguna de estas personas como consejero o consejeras políticas. Y se metieron al salón, llenando el acceso con sus carteles y gritos.

Y sobre la marcha, con la sesión suspendida, es que se da el primer dialogo entre Connie y Liz, las dos firmantes de la convocatoria.

Liz estaba lo que le sigue a la palabra molesta.

“…es que la convocatoria tiene mi firma”, le dice a Connie.

“Liz, también tiene la mía”. Le responde Connie.

“Es que yo no lo firme”.

“Yo tampoco” le dice la presidenta. Y es que ambas firmas fueron aprobadas desde la elección de Connie en marzo de este año, cuando fue electa como presidenta. Esas firmas fueron hechas con plumón morado para después ser escaneadas por quiénes harían las convocatorias – como esta – cuestión que ahí mismo y desde el mes de marzo, fue informado y así convenido.

Esa es la esencia de este “diálogo”; los pretextos que siguieron por parte de Liz fueron eso, pretextos, a pesar de la personal disculpa que le hiciera Connie. A Liz y a un grupo pequeños de consejeros, alguien les había calentado la cabeza.

La prueba es que la denuncia ante el IEEQ y que fuera presentada esa mañana del domingo, había sido hecha desde un día antes – ahí está la fecha – y hasta se habían contratados los servicios de los abogados Calixto de Santiago Silva y/o Oscar Jaramillo, de Karla Castillo Reséndiz – ese es su trabajo – autorizados para llevar adelante la denuncia, documentos y notificaciones.

¿Quiénes estuvieron detrás de este montaje? Connie Herrera lo desconoce. La pregunta podría más bien ser contestada por la propia María Isabel Ramírez Vargas. Ella si sabe y conoce a la perfección quiénes estuvieron operando este asunto.

Todo lo demás, son suposiciones avivadas por los tiempos electorales que presagian fuertes desacuerdos, aún al interior de los propios partido políticos.

“QI” ya tuvo su primera prueba y será adentro de este partido donde comience a arreglarse.