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La obesidad y el embarazo

Por - 18/04/2016

Cuando una mujer es obesa, su salud y la salud del bebé se pueden ver gravemente afectadas. Si ya está embarazada, recibir atención prenatal adecuada, […]

 La obesidad y el embarazo

Cuando una mujer es obesa, su salud y la salud del bebé se pueden ver gravemente afectadas. Si ya está embarazada, recibir atención prenatal adecuada, alimentarse bien y hacer ejercicio regularmente pueden reducir su riesgo y el de su bebé de presentar problemas. Si está planeando quedar embarazada, la mejor manera de evitar los problemas causados por la obesidad es adelgazar antes de quedar embarazada.

Definición de sobrepeso y obesidad El sobrepeso se define como un índice de masa corporal (IMC) de 25–29.9. La obesidad se define cuando el IMC es de 30 en adelante. La cantidad de mujeres obesas en México ha aumentado en gran medida durante los últimos años. La obesidad también ha pasado a ser un grave problema de la salud en las mujeres embarazadas. Más de la mitad de las mujeres embarazadas tienen sobrepeso o están obesas.

Riesgos durante el embarazo

La obesidad durante el embarazo aumenta el riesgo de que su bebé presente los siguientes problemas:

Defectos congenitos

Los bebés que nacen de madres obesas corren un mayor riesgo de tener defectos congénitos, como defectos del corazón y defectos del tubo neural. Problemas con los estudios—El exceso de grasa corporal puede dificultar la capacidad para ver ciertos problemas en la anatomía del bebé en un examen de ultrasonido.

También puede ser más difícil examinar el ritmo del corazón del bebé durante el trabajo de parto.

Macrosomía

En esta afección, el bebé es más grande de lo normal. Cuando ocurre, puede aumentar el riesgo de que el bebé sufra alguna lesión durante el parto. Por ejemplo, el hombro del bebé podría quedar atorado después de que sale la cabeza. La macrosomía también aumenta el riesgo de tener un parto por cesárea. Parto prematuro—Los problemas asociados con la obesidad de la madre pueden hacer que se deba anticipar el nacimiento.

Los bebés prematuros tienen una mayor tendencia a presentar problemas de salud, incluyendo problemas respiratorios, con la alimentación y dificultades con el desarrollo y el aprendizaje posteriormente en la vida. Nacimiento de un niño muerto—El riesgo de que esto ocurra aumenta mientras mayor sea el IMC de la madre. La obesidad durante el embarazo también la expone a presentar problemas graves de la salud

Presión arterial alta

La presión arterial alta que comienza durante la segunda mitad del embarazo se conoce como hipertensión gestacional.

Este problema médico puede causar complicaciones graves. Las mujeres obesas corren un mayor riesgo de presentar esta enfermedad que las mujeres que no son obesas.

Preeclampsia

La preeclampsia es una enfermedad grave tanto para la mujer como para su bebé. Aunque la hipertensión gestacional es la señal más común de preeclampsia, este problema médico afecta a todos los órganos del cuerpo. Los riñones y el hígado pueden dejar de funcionar correctamente.

En casos raros, puede ocurrir un derrame cerebral. El feto corre peligro de presentar problemas de desarrollo y puede haber problemas con la placenta. Puede incluso ser necesario que se adelante la fecha del parto, aun si el bebé no se ha desarrollado completamente. En casos extremos, la mujer, el bebé o ambos pueden morir. Diabetes gestacional—Niveles elevados de glucosa (azúcar) en la sangre durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de tener un bebé muy grande y un parto por cesárea.

Las mujeres que han tenido diabetes gestacional tienen una mayor tendencia a tener diabetes en el futuro, al igual que sus hijos. A pesar de estos riesgos, puede tener un embarazo saludable y un bebé sano aun si es obesa. Tendrá que colaborar con su ginecólogo para dar seguimiento a su peso, recibir atención prenatal regular y tomar medidas para lograr el mejor estado de salud posible durante su embarazo.

El control de la obesidad durante el embarazo

Alimentarse bien y hacer ejercicio regularmente son importantes para tener un embarazo saludable. Estos dos hábitos también pueden guiarle hacia un estilo de vida más saludable después del embarazo. Durante el embarazo, los alimentos que consume suministran la energía a las actividades del cuerpo y contribuyen al desarrollo de su bebé.

Encontrar un equilibrio entre consumir alimentos saludables y mantener un peso saludable es importante para su salud y la de su bebé. Una mujer embarazada necesita solo 300 calorías adicionales al día, que es aproximadamente las calorías en un vaso de leche descremada y la mitad de un sándwich. Si nunca antes ha hecho ejercicios, el embarazo es un momento estupendo para comenzar a hacerlo.

Hable sobre su plan de ejercicio con su ginecólogo para asegurarse de que no tenga ningún problema médico que le impida hacer ejercicios. Comience con solo 5 minutos de ejercicio al día y agregue 5 minutos todas las semanas.

Su objetivo es mantenerse activa durante 30 minutos todos los días. Caminar es una buena opción si es nueva en cuanto a hacer ejercicio. Las caminatas vigorosas ejercitan todas las partes del cuerpo y no ejercen demasiada presión en las articulaciones. La natación es otro tipo bueno de ejercicio para las mujeres embarazadas. Debido a que el agua le apoya el peso, puede evitar lesiones o torceduras de músculos. También la ayuda a mantenerse fresca.

Tenga en cuenta que incluso en las mujeres obesas, el embarazo no es el momento para tratar de adelgazar activamente. Las mujeres con sobrepeso y obesas tienen una mayor tendencia de presentar Diabetes Gestacional, que las mujeres cuyo peso es normal.

Situaciones especiales después del parto

Una vez que se encuentre en casa con su nuevo bebé, siga con sus hábitos saludables de alimentación y de ejercicio para lograr un peso normal. Amamantar a su bebé es la mejor manera de alimentarlo, y también puede ayudarle a perder peso después del parto. En general, las mujeres que amamantan a sus bebés durante por lo menos unos meses tienden a perder el peso aumentado durante el embarazo más rápidamente que las mujeres que no lo hacen.

La pérdida de peso después del embarazo

A muchas mujeres les resulta difícil perder el peso que aumentaron durante el embarazo. Si tiene sobrepeso o está obesa y planea otro embarazo en el futuro, hable con su proveedor de atención médica sobre adelgazar y lograr un peso más saludable con anticipación. Perder el exceso de peso antes de quedar embarazada es de especial importancia si tuvo complicaciones en el embarazo previo. Esto se recomienda también porque con cada embarazo el aumento de peso se puede acumular. Permita tener suficiente tiempo para ponerse en forma. Elija un método anticonceptivo y comience a usarlo antes de que usted y su pareja comiencen a tener relaciones sexuales otra vez.

Cómo adelgazar de forma segura

Adelgazar implica usar más calorías de las que consume. Puede lograrlo haciendo ejercicio regularmente y consumiendo alimentos saludables. Otro beneficio de hacer estos cambios es que reducirá el riesgo de presentar problemas médicos graves, como diabetes y presión arterial alta. El ejercicio debe ser una parte importante de su plan para adelgazar. La mayoría de la gente que ha adelgazado y ha mantenido un buen peso hace 60–90 minutos de una actividad física moderada casi todos los días de la semana. Entre las actividades de intensidad moderada figuran el ciclismo, las caminatas vigorosas y el trabajo en el jardín. No es necesario hacer todo este ejercicio a la vez. Por ejemplo, puede hacer 20–30 minutos tres veces al día.

Medicamentos

Si ha tratado de adelgazar adoptando cambios en la dieta y haciendo ejercicio pero su IMC es todavía mayor de 30 o de por lo menos 27 y tiene ciertos problemas médicos, como diabetes o enfermedad del corazón, su médico le podría aconsejar usar medicamentos para ayudarle a adelgazar. Estos medicamentos no se deben usar cuando quede embarazada.

Cirugía

Si la dieta y el ejercicio o los medicamentos no dan resultado, un tipo especial de cirugía, la cirugía bariátrica, puede ser una opción para las personas muy obesas (con un IMC de 40 o mayor o un IMC entre 35 y 39 con problemas médicos importantes provocados por la obesidad). Si se somete a una cirugía para adelgazar, debe posponer quedar embarazada por 12–24 meses después de la cirugía, cuando ocurre la pérdida más acelerada de peso. Si ha tenido problemas de fertilidad, estos se pueden resolver por su cuenta a medida que se deshace rápidamente del exceso de peso.

Es importante estar consciente de esta posibilidad ya que al aumentar la fertilidad puede hacer que ocurra un embarazo involuntario. Algunos tipos de cirugías para adelgazar pueden afectar cómo el cuerpo absorbe los medicamentos orales, como las píldoras anticonceptivas. Por ello, es posible que necesite cambiar de método anticonceptivo. La mayoría de las mujeres que han tenido una cirugía bariátrica logran tener embarazos saludables. Cuando quede embarazada después de la cirugía, su proveedor de atención médica podría dar seguimiento a su salud para detectar deficiencias vitamínicas.

A veces también se recomienda acudir a un medico especialista en nutrición para determinar cómo puede cumplir con sus necesidades alimenticias durante el embarazo.

Si tienen alguna duda o algún tema del que quieran que hable escríbanme en Twitter, en @DocElvia.


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