La lucha por las pluris en el PRI local

A propósito de las nominaciones para las posiciones pluris en el PRI – y vienen este domingo las federales – y teniendo ya a la vista para el mes que entra todas las posiciones locales por el mismo sistema de representación proporcional, tanto para el Congreso local como para los 18 Ayuntamientos, las partes dentro de los grupos de este partido se han vuelto a manifestar.

Y la división se marca, pero ahora se ha vuelto técnica y resuelta ante las instancias electorales locales.

La disputa que tenía intervención del CEN, ahora es local en base a posicionamientos estrictamente estatutarios.

Esto tiene su historia.

La primera parte la empujan tanto Mauricio Ortiz Proal como Carlos Rentería.

Fue cuando el CEN arrebata al CDE local – atrae – un mecanismo para la elección de los diputados pluris y regidores por el mismo sistema de representación.

Y es que, en primera parte, había sido impugnado por este mismo grupo la Asamblea Estatal y el convenio de coalición con el Verde.

Por unos días, es que se instalan en el Instituto Electoral del Estado de Querétaro tanto Carlos Rentería propietario, como Jaime Escobedo suplente, como representantes de este partido ante ese Instituto y por cuyo conducto deberían pasar el registro de todas las posiciones locales, los ya cubiertos en al interior del Comité Estatal, pero también los cubiertos en todos los Comités Municipales.

Es la guerra de las partes.

Y la respuesta, en parte, de Mauricio a los “dados cargados” de la Comisión de Procesos Internos del Comité del Municipio de Querétaro.

Era también, en teoría, un “tate quieto” para Juan José Ruiz.

Pero las partes tocaron – y expusieron – sus argumentos y razones de ley para argumentar en contra.

Esta exposición en el CDE la llevó el Lic. Sócrates Valdés.

Y la ganó.

Porque a los pocos días – tal vez ni quince días – les retiran a Carlos y a Jaime, los nombramientos. Y reinstalan a Valdés.

Y el asunto se va hasta el Tribunal Electoral del Estado de Querétaro, que este jueves 15 resuelve en forma definitiva en el juicio TEEQ-JLD-21/2018 la aprobación del registro de convenio de coalición integrada por el PRI y el Verde y en la que el actor pretendía revocar la resolución emitida por el Consejo General del IEEQ, dictaminando que “está en conformidad con su norma estatutaria y el marco legal aplicable”.

Y lo de los pluris – todos – será manejado por la Comisión Política Estatal, como organismo máximo en cuestiones locales.

A la par, el distanciamiento era igualmente más que evidente entre los “presidentes” – Enrique Ochoa y Juan José Ruiz – porque en el CEN no quedó definido cuál de las partes tendría la representación electoral. Pero el CEN no se pronuncia al respecto.

Esto provocó que esta situación – arriba citada – la tuviera que resolver el IEEQ y ratificada por el TEEQ.

Y el distanciamiento sigue de aquí y hasta que se deban definir los registros.

Hasta ahora, es el CDE quién tiene esa representación electoral y el control del registro de los candidatos, a través de la Comisión Política Estatal. Que puede variar.

Pero en este asunto salta un tema del mayor interés.

¿Por qué – y en su momento – el CEN no le dio palo a JJ?

Tal vez, razonarán algunos, “es que también estaba en entredicho la permanencia misma de Enrique Ochoa en la dirigencia del CEN”. ¿O bien, influyó la opinión del delegado?

Pudo ser.

Y el tema sigue ventilándose en los dos frentes, en todas las instancias electorales.

Quedaría entonces citar una frase que se volvió clásica en el béisbol y que se le atribuye al queretano “Mago Septién”.

Este no termina hasta que se termina.