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Identidad nacional y símbolos patrios

Por - 16/09/2016

El Movimiento de Independencia fue el primer gran paso hacia el reconocimiento y la construcción de lo que consideramos como lo propio

 Identidad nacional y símbolos patrios

Pertenezco a una generación en la que el amor por México y el respeto a sus símbolos, eran valores inculcados especialmente en la familia. El espíritu cívico era parte de nuestro adn, punto de inflexión para entender, en parte, la visión del mexicano por su patria. No olvido que, en casa, cada 15 y 16 de septiembre celebrábamos “nuestra independencia”. Algunas veces, mis papás nos llevaban la noche del 15 al Zócalo a escuchar el Grito; era un gozo contemplar los fuegos artificiales entre empujones, globos, banderas y rehiletes tricolores. Otras veces, por la mañana del 16 acudíamos a ver el desfile militar, ya fuera desde un camellón de Paseo de la Reforma o desde la oficina de mi papá frente a la Glorieta de Colón. Experiencias impresionantes que sigo recordando con gran emoción y marcaron mi patriotismo.

Si algo tenemos claro todos los mexicanos es que en esas fechas se celebra el Grito de Dolores, consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas. El Movimiento de Independencia fue el primer gran paso hacia el reconocimiento y la construcción de lo que consideramos como lo propio, es decir, nuestra identidad nacional. Es el equivalente colectivo al orgullo que se siente de pertenecer a una comunidad o a una nación; es lo que nos caracteriza y nos distingue de otros individuos y pueblos.

La pérdida de identidad nacional, dejará que otros nos conduzcan, y eso es algo que no podemos permitir como la nación independiente, libre y soberana que es México. La identidad nacional es creada para diferenciarnos de otros como nación, para delimitar y especificar quiénes somos a través de un sentimiento de pertenencia común que nace de elementos compartidos que refuerzan nuestro ser. Es el pensamiento que vincula a un individuo con su patria, es el sentimiento por la tierra ligado por valores, afectos, cultura, historia.

Crear el sentimiento de pertenencia es una actividad fundamental para la sobrevivencia de una nación ya que la identidad colectiva no se da por sí misma sino que se moldea, se trabaja en ella y hay que sustentarla. Por ello, es indispensable generar ese sentido de identidad grupal a través de la educación a nuestros niños para que tengan una sensación de lealtad y afinidad. Los rituales y mitos unifican a la comunidad. Festejar la historia, erigir monumentos a las hazañas de los que consideramos héroes, grabar sus nombres en calles, plazas y edificios, es parte de esa cohesión cultural que nos marca más allá de la epidermis.

Nuestra lengua, nuestro pasado común, nuestros usos, costumbres y tradiciones, nuestros símbolos patrios e incluso nuestra religión, son todos elementos que nos definen como mexicanos, y cada uno de ellos, en mayor o menor medida, ha sufrido transformaciones debido al impacto de los procesos de globalización y hemos perdido control de nuestro proyecto histórico como nación. Roger Bartra dice que hay que tomar conciencia de que “México es una nación pluricultural con una infinita variedad de esencias, sabores y matices, pero ninguno de ellos, por ser distinto del otro, es menos mexicano, nuestro ser nacional se construye en una perpetua tensión entre nuestras propias diferencias

Cada sociedad está inmersa en un sistema de símbolos que refleja una lógica cultural específica, y cada simbolismo sirve para comunicar información entre los miembros de la cultura. Los símbolos patrios no son caprichosas formas de exaltación sino auténticos baluartes culturales que resumen de forma gráfica o sonora la historia de la nación y cohesionan a sus miembros mediante la identificación y veneración hacia ellos. En ellos se encuentran representadas los elementos más significativos del ente nacional: raíces culturales, hazañas históricas, cosmovisión, inclinación política o religiosa. En este sentido, la nación cobra vida en el símbolo, de tal forma que pueda darnos amplia idea del carácter nacional de los pueblos, su historia y su cultura.

Los símbolos patrios -bandera, escudo, himno- nos mantienen cohesionados, son instrumentos de las ideas transmitidas entre quienes compartimos una cultura común y no han perdido presencia popular en cuanto ritual de culto. Es claro que no basta poseer elementos culturales comunes para constituir una nación, si bien son parte indispensable, se requiere también de una voluntad de ser, ya que la identidad nacional es algo que se crea, se construye y se protege. Con orgullo, entonemos:

Mexicanos al grito de guerra

El acero aprestad y el bridón.

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón


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