Falta de liquidez, una constante en los municipios

Con el mes de septiembre ya corriendo, los equipos de entrega-recepción aceleran su trabajo.

Y el tiempo les espolea. Ahora sí.

Y las partes, no sin asombro, se han encontrado con una constante: La generalizada falta de liquidez en las arcas públicas municipales.

Conocedores en el tema, consideran que de las 18 administraciones municipales, son 17 las que estarán haciendo frente a graves y muy serios problemas de liquidez.

Y es que al inicio de las actividades administrativas, los nuevos alcaldes y las nuevas alcaldesas, se habrán de encontrar con dos problemas que les exigen respuesta inmediata.

Primero: el ineludible pago de salarios a los burócratas municipales.

Esta exigencia no tiene vuelta de hoja porque, antes que las seguras liquidaciones que busquen hacer, deberán de responder a quienes ya laboran en el gobierno municipal, con el respaldo de su sindicato, con la antigüedad adquirida.

Pero esta situación ineludible, se agudiza cuando a la vuelta de la esquina -apenas dos meses- las administraciones municipales deberán hacer entrega del aguinaldo decembrino a que tienen derecho todos sus trabajadores.

El ingreso mayor de las administraciones municipales siguen siendo las participaciones que reciben de la federación, las que, por ley vienen etiquetas de manera idéntica mes a mes. En estas, no se encuentra una participación ni especial ni extraordinaria para el mes de diciembre, sino que sería la propia tesorería municipal la que debería de prever, de anticipar, en guardar recursos para responder a este compromiso.

Segundo. El otro sobresalto al que deberán de hacer frente los novatos tesoreros municipales, es que, a partir del primero de octubre, estarán a las puertas de tesorería una larga fila de proveedores, que exigen que les sean cubiertas sus facturas y que son cuentas heredadas de la anterior administración.

Con ellos enfrente y en pie de reclamo, los proveedores argumentarán que sus contratos y convenios fueron hechos con la institución -la administración municipal- mas no con las personas. Por su parte, los tesoreros podrían no reconocer adeudos que ellos de ninguna manera autorizaron.

Estos, la falta de pagos a los proveedores, también es una deuda disfrazada, además de la que los municipios tengan que solventar con las diversas instituciones crediticias.

En el municipio de Querétaro la deuda asciende a los 170 millones de pesos pero que, aún así, se considera completamente manejable. Y eso que de más de 400 mdp que recibieron, la redujeron a la ya citada cifra.

Es más, el municipio de Querétaro es -en apreciación de quiénes hacen la entrega– el único municipio con liquidez puesto que su solvencia le permitirá hacer frente al requerimiento de salarios, pero también a la entrega cercana de aguinaldos.

De 18 municipios queretanos, solo uno -el arriba citado- viene con liquidez.

Los demás, hasta con posibles “cochineros” que encuentren, carecen de liquidez inmediata.

Y a llorar.