El último

Fue -en Querétaro- el sexto informe del gobierno estatal y fue, de José Calzada Rovirosa, el último recuento oficial que hace ante los queretanos.

Lo dicho este domingo a mediodía, en un auditorio que no presentó un lleno absoluto, fue un documento sumamente cuidado, de realidades, de logros, de admitir “que no todo está resuelto”, muy sentido en lo personal y en ese mismo tenor, cercano a lo auténtico.

“La conclusión que importa es como entregamos hoy con respecto a cómo recibimos”, expresó José Calzada Rovirosa, con la compañía que durante todo el sexenio le hiciera su familia, la señora Sandra Albarrán, sus hijos Sandra, José y Diego. “Nos vamos satisfechos”.

Con la presencia del maestro Ildefonso Guajardo Villareal, secretario de comercio y representante personal del presidente Enrique Peña Nieto, de los ex gobernadores Antonio Calzada -su padre- de Enrique Burgos García y de Ignacio Loyola, de toda la clase política local en los tres niveles de gobierno, Calzada Rovirosa también tuvo la compañía de los gobernadores de varios estados del país.

“Querétaro -dijo- es un estado del que se habla bien y que es sinónimo de prosperidad”.

El discurso de Calzada si bien pretendió abordar todo, abarcó conceptos e intenciones, sin exponer números ni detalles en la abundante obra pública.

“Más allá de cifras y números, la calidad de vida ha sido el objetivo”, expresó Calzada.

Y deja a Querétaro como el estado con menores índices de pobreza y con el mayor crecimiento económico de las entidades todas del país.

Admitió que, si bien falta mucho por hacer y que los retos que vienen son diferentes. “Muchas cosas han pasado en seis años y estoy cierto que el resumen es positivo”, expresó Calzada.

Así, el gobernador se mostró en todo momento satisfecho y orgulloso de lo realizado “con todos”, no se auto flageló -como era de esperarse, porque nadie informa para eso- pero sí dejó claro que “dejamos a la ciudadanía el juicio final de nuestro mandato”.

El tema político electoral fue abordado desde el punto de vista del respeto de su gobierno al proceso electoral. Y nada más.

Los aplausos de los asistentes interrumpieron varias veces el discurso del gobernador, en un mandatario que dejó de lado la exagerada presuntuosidad para abonar a todos los sectores su participación en los logros alcanzados.

Si bien el documento cumplió con los agradecimientos más elementales a todos los sectores sociales, no pudo evitar un cierto dejo de melancolía.

Sin embargo, podemos aseverar con certeza que José Calzada Rovirosa, su familia toda, no se esconderá de nadie en la entidad que lo vio nacer, en la que forjó sus sueños de servicio público y que podrá caminar tranquilamente con los suyos y entre los queretanos todos.

“Gracias por haber creído en nosotros. Nos vamos satisfechos”, expresó Calzada de frente a su pueblo que lo eligió.

“Otros vendrán por delante”, y no abundó más.