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El Reto

Por - 19/10/2016

La adversidad marca a quien la padece de manera permanente y lo obliga a vivir con ella

 El Reto

“Los retos son los que hacen la vida interesante: superarlos es lo que hace que tenga sentido”

Joshua J. Marine

En 1986, Donnie Moore jugaba su segunda temporada como lanzador relevista para los entonces Serafines de California. El año anterior había sido el mejor de su carrera en las Grandes Ligas de Béisbol, incluso, había sido seleccionado para participar en el Juego de las Estrellas.

En esta ocasión, no obstante haber sufrido lesiones a lo largo de la temporada, había apoyado a su equipo para alcanzar la Serie de Campeonato de la Liga Americana en contra de los Medias Rojas de Boston.

En el quinto juego de la serie, con dos outs en la novena entrada, el marcador 5 a 4 y un hombre en base, Moore fue llamado para colgar el último cero que llevaría al equipo californiano a su primera Serie Mundial en la historia. Para su desgracia, con la cuenta de dos bolas y dos strikes, el bateador conectó de jonrón, dándole la vuelta al marcador. A la postre, Boston fue quien alcanzó el llamado clásico de otoño.

Por el resto de su vida, Moore cargó con la culpa por la derrota de su equipo y nunca volvió a ser el mismo. El 20 de julio de 1989, después de haber herido de bala en tres ocasiones a su esposa, se quitó la vida de un disparo enfrente de su hijo menor.

En el año 2001, el dos veces campeón de la Serie CART de automovilismo, el italiano Alex Zanardi, regresaba a las pistas después de haber tomado un año sabático para convivir con su pequeño de apenas tres años de edad.

La temporada no había sido sencilla para el piloto italiano, sobre todo porque manejaba para una escudería de reciente creación e inexperta.

El 15 de septiembre de 2001 en la decimosexta prueba del campeonato celebrada en Alemania, Zanardi lideraba la carrera a tan sólo trece vueltas de su conclusión, cuando una mancha de aceite en la pista, provocó que el italiano perdiera el control de su auto, el cual, después de dar varias vueltas, fue impactado por el vehículo del canadiense Alex Tangliani conducido a 320 kilómetros por hora. La colisión fue de tal dimensión que partió en dos el monoplaza del piloto italiano, amputándole las dos piernas.

En 2003 con un vehículo adaptado y con unas prótesis especiales, Zanardi regresaba a Alemania para completar de manera simbólica las trece vueltas de la competencia que había dejado inconclusa.

En los años siguientes, Zanardi participó en distintas competencias de automovilismo profesional, así como en los juegos para olímpicos de Londres 2012, donde obtuvo dos medallas de oro en la disciplina conocida como Handbike.

En todos los ámbitos de la vida en sociedad, estamos expuestos al fracaso y a la fatalidad. El golpe de la adversidad es descomunal y pone a prueba a quien lo padece. Hay quienes no pueden ante ello y terminan siendo derrotados, tal es el caso de Donnie Moore; y quienes aprenden de ello y convierten la desgracia en heroísmo, como Alex Zanardi.

La adversidad marca a quien la padece de manera permanente y lo obliga a vivir con ella. Depende de nosotros aceptarla, superarla y aprender de ella, o bien lamentarnos de nuestra desgracia y dejarnos vencer. Bien dicen que “no hay mejor educación que la adversidad”

Esta capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y de sobreponerse a ellas es conocida con el término de resiliencia.

La resiliencia no es algo con lo que se nace, sino una virtud y habilidad que se desarrolla y se aprende.

Desde temprana edad, nuestro andar se encuentra inmerso en una infinidad de retos, desde dar los primeros pasos hasta superar los conflictos interpersonales. Los niños deben enfrentarse a cada reto que se les presente y no rehusarlo; de ese modo, irán adquiriendo la resiliencia que les permita enfrentarse a las batallas más complicadas que el destino les tiene reservadas.

Apreciable lector, seguro estoy de que la vida te tiene reservado algunas adversidades. En tí está el actuar con resiliencia, afrontando el problema y buscando su solución, viendo a la fatalidad como un reto al que habrás de superar.

En toda adversidad los lamentos hacen necios y la acción sabios” .- Napoleón Bonaparte

Mail:               miguelparrodi@hotmail.com

Twitter:          @MiguelParrodi


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