El planeta es nuestro único hogar

“Sin un medio ambiente saludable, no podremos acabar con la pobreza ni fomentar la prosperidad.

Todos tenemos una función en la protección de nuestro único hogar.

Podemos utilizar menos plástico, desperdiciar menos alimentos y enseñarnos unos a otros a cuidarlo”

Antonio Guterres, Secretario General de la ONU.

Muy mala noticia nos dio Trump, el pasado 1º de junio, al retirar a Estados Unidos del “Acuerdo de París”, el pacto global que establece medidas para la reducción de las emisiones de “gases de efecto invernadero” y el primer plan de acción mundial para mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2ºC, el límite que los expertos consideran que tendría consecuencias catastróficas para el planeta. ¡Increíble esta decisión cuando es el segundo país que más contamina por consumo de petróleo y daña al planeta! Esta gravísima acción -promesa de su campaña presidencial- frena la lucha contra el cambio climático.

¿Negligencia, ignorancia, terquedad, soberbia, prepotencia o …? no sé, por eso le enviaré a Trump alguna información sobre el medio ambiente que ojalá le ilustre sobre lo que significa haber tomado una decisión de tal magnitud.

El pasado 5 de junio se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente con el objetivo de resaltar la importancia que tiene su conservación para el desarrollo humano. Esta fecha proporciona una “oportunidad para identificar soluciones, regenerar nuestra cultura de consumidores y para crear una sociedad más sostenible donde todo el mundo tenga alimentos para vivir y al mismo tiempo se respete la capacidad regeneradora del planeta”.

El medio ambiente se puede definir como “todo el sistema que sirve de entorno y condiciona la forma de vida de una sociedad”. Cuidar la biodiversidad de una manera sustentable, significa usar los recursos naturales a una velocidad tal que la tierra pueda renovarlos; es una manera de asegurar que cada persona cumpla con las necesidades de las próximas generaciones con respecto a nuestro planeta.

A medida que la población humana aumenta, presiona sobre los ecosistemas debido a que cada vez se extraen más recursos de ellos. La huella ecológica que estamos dejando sobre el planeta es “no sustentable” y llegará a ser inaguantable si no se cambian los modelos de consumo y de comportamiento en general. En el pasado, los seres humanos se adaptaron a las condiciones naturales y respetaban los cambios. Hoy, ya se han alcanzado los límites de la capacidad de la Tierra. ¡Observa tu entorno!

En las últimas tres décadas ha habido esfuerzos importantes para detener esta debacle, impulsados desde los organismos especializados internacionales y nacionales, la sociedad civil y los gobiernos, para instrumentar e impulsar medidas que eviten la creciente presión sobre los sistemas naturales del planeta Tierra; para desarrollar una política de prevención con programas de recuperación; para terminar con la contaminación y la sobreexplotación de recursos naturales; y poner límites a la acelerada urbanización que no cuenta con modelos de sustentabilidad.

El reto de la cuestión ambiental exige una respuesta global y aumento de la conciencia social por la preocupación del deterioro de las condiciones ambientales y sus implicaciones de largo alcance. Los seres humanos tenemos el derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza que responda equitativamente a las necesidades ambientales de las generaciones presentes y futuras.

La permanencia de los entornos naturales es vital para la supervivencia de la población mundial, apremia disminuir la acción invasiva de la humanidad hacia la naturaleza, porque el medio ambiente es el elemento que determinará la evolución de nuestro desarrollo.

Su tutela atañe a toda la sociedad, especialmente a los gobiernos ¿escuchaste Trump?