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El Gobierno Federal exonera a todos de la muerte de la gobernadora de Puebla

Por Héctor Parra - 14/04/2019

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Las cosas no le estaban funcionado bien a Morena en Puebla, de tal suerte que debían encontrar los mecanismos de recuperación de imagen, de las preferencias que iban a la baja

 El Gobierno Federal exonera a todos de la muerte de la gobernadora de Puebla

Foto: Archivo

Tres meses y medio para dictaminar la causa del “accidente” que provocó la muerte de Erika Alonso Hidalgo y Rafael Moreno Valle, cuando estos viajaban en el helicóptero que misteriosamente se desplomó en llamas.

Curiosamente el gobierno federal da a conocer la información ahora que están en proceso electoral en Puebla, para elegir a quien será el nuevo gobernador; mucho más intrigoso el asunto cuando la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por medio de sentencia suspende la candidatura de Miguel Barbosa, por considerar que hubo muchas irregularidades en su proceso interno de “elección”.

Proceso viciado por la dirigente nacional, Yeidckol Polevnsky, quien cínica, mañosa, desvergonzada y parcialmente había levantado la mano a Barbosa en señal de triunfo mucho antes de saberse el resultado del proceso interno.

Por eso y mucho más los magistrados del Tribunal Electoral dejaron en suspenso la candidatura de Barbosa en pleno proceso electoral; por eso el senador de Morena, su contrincante y perdedor, demandó al alevoso de Barbosa de una serie de actos de corrupción.

Todo debe cuadrar para limpiar el expediente del helicopterazo, dado que los poblanos sospechan de la participación (simple sospecha) de Miguel Barbosa, en el “accidente” de la gobernadora fallecida, ahora se sabe, según el dictamen, se debió a una simple falla en el rotor de la hélice, el cual por cierto hace poco había sido cambiado. Mira qué curioso.

Las cosas no le estaban funcionado bien a Morena en Puebla, de tal suerte que debían encontrar los mecanismos de recuperación de imagen, de las preferencias que iban a la baja; qué mejor que “resolver” lo del accidente por medio de un dictamen oficial. Dictamen que siempre estará en duda.

Sería conveniente que los poblanos demandaran la creación de una comisión de la verdad con la participación de organismos internacionales para saber la verdad histórica y no la “verdad técnica” que ha manejado el gobierno lopista; deja muchas dudas.

Me pregunto: ¿Dónde están esas organizaciones sociales belicosas que de todo se levantaban en contra de Peña, ahora callan y consienten todo? Ellos, gobierno federal y Morena ya se liberaron técnicamente, que no políticamente, mucho menos socialmente del enorme problema que significó la muerte de los 2 poblanos de mayor envergadura en su momento, uno incluso pretendió la candidatura a la Presidencia de la República; bueno hasta el mismo Ricardo Cortés Anaya, se ha quedado mudo, desapareció de la escena política. Los poblanos, siguen pensando que fue un crimen de estado y no un “accidente”.

Por eso Morena y el gobierno federal han tenido que limpiarse el fango, por esa razón realizaron una campaña negra para desprestigiar a los fallecidos; otros cobardes afirmaban que no estaban muertos, que habían huido del país por la serie de delitos que cometieron, a ese grado de vileza llegó la campaña negra; tejieron toda una historia para desgastar a la pareja Moreno Alonso, quienes no tuvieron descendencia.

Políticamente Morena tenía la consigna de acabar con el prestigio de la gobernadora y su esposo, el senador Moreno, para debilitar a su oponente más fuerte, aquella que ganó la elección constitucional de julio pasado y que nunca reconoció Barbosa, Morena ni López Obrador.

Era necesario, pues, echar tierra al asunto para debilitar al PAN. Pero, hasta ahora no les han salido bien las cosas o tal vez será por eso que adelantaron el resultado del informe, precisamente cuando los magistrados del Tribunal Electoral, resuelven suspender la candidatura de Barbosa por las trampas y falta de cumplimiento a su propia normatividad estatutaria interna. En primer domingo del siguiente mes de junio será la elección extraordinaria. Está a la vuelta de la esquina la elección; morena sin candidato y entrampada en sus propios problemas.

Las cosas están que “arden”, a semejanza del helicóptero que explotó y se incendió en pleno vuelo. No dejó rastro, pero sí testimonios como los del dueño de la parcela en la que se desplomó el aparato, cuando comentó a los medios que el helicóptero se vino abajo en llamas y explotó en el aire. Raro, muy raro accidente.

Pero el dictamen pretende exonerar tanto al gobierno de López Obrador como a Barbosa sobre su posible participación en el accidente, como han dicho algunos poblanos; las dudas quedarán por siempre, como lo hicieron con los 43 asesinados por la delincuencia organizada, políticamente siguen explotando un asunto ya resuelto, desde entonces en manos de las autoridades jurisdiccionales.

Bueno, tal vez el gobierno morenista pretenda dejar en libertad a todos los detenidos, incluso aquellos que confesaron haber asesinado a los 43; no olviden que entre los detenidos está el “compadre” de López Obrador, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda Villa; ellos también saldrían exculpados y tal vez el Estado tenga que pagarles por el tiempo de encierro y pedirles perdón. Igualmente le cobrarán en su momento al gobierno de López Obrador, sobre el tenebroso asunto de la muerte de EriKa Alonso, su esposo y los acompañantes; a ellos el dictamen los exonera, pero la sociedad los da por responsables hasta en tanto no aclaren con nitidez el asunto que el mismo gobierno se encargó de enturbiar, lo ensució por medio del Secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, lego y tonto, quien pareciera proteger a alguien de la muerte “accidental” de los políticos y sus acompañantes. Simplemente pareciera.

Héctor Parra


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