×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




El amasijo que viene

Por Andrés González - 11/03/2019

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Con los dos principales partidos políticos en el gobierno, el PAN en el local, MORENA en el Federal, en Querétaro se está cocinando en forma soterrada, discreta pero innegable, lo que bien podría considerarse “la madre de todas las campañas políticas”

 El amasijo que viene

Con los dos principales partidos políticos en el gobierno, el PAN en el local, MORENA en el Federal, en Querétaro se está cocinando en forma soterrada, discreta pero innegable, lo que bien podría considerarse “la madre de todas las campañas políticas” para los dos principales cargos electorales en disputada en este estado: la gubernatura y la presidencia municipal de Querétaro.

Este estado y para las elecciones del 2021, podría escenificar una contienda electoral – en la que ojalá prive la decencia política – sin dar ni pedir cuartel, porque en esa sola elección podría definirse el rumbo que la entidad tomen ambas fuerzas, en el posicionamiento político para los años por venir.

De ese tamaño se anticipa el agarrón de estos dos partidos en Querétaro, cuando ambos están velando armas y preparando a quiénes en cada uno de ellos sean sus abanderados para los citados cargos.

Por eso, a mitad del río, es que el gobierno estatal cambia los dos lemas principales de acción social y política. Deja atrás y sin explicación pública alguna, el de “Hombro con Hombro”, por el de “Gobernador en tu calle”, que implica una acción de mayor compromiso y cercanía con el ciudadano. Refleja también mayor presencia efectiva del gobernante con las necesidades del ciudadano, las que le aprietan y que lo hacen reclamar, en presencia de quién, por parte del gobierno, vaya a su calle, a su colonia.

El programa insignia del gobierno local – “Hombro con Hombro” – no lograba mayor reto, por eso tal vez no entusiasmó gran cosa. Ahora, con uno nuevo y más directo – “Gobernador en tu calle” – significa retomar el compromiso de trabajo por parte de quién debe responder un reclamo, una tarea o impulsar una acción.

Es más frontal el compromiso.

Pero se hace no solamente más expreso y directo, sino también mayormente incluyente. Y es que abarca no solamente la acción del gobierno estatal, sino que mete a las nuevas o repetidas instancias panistas en ese compromiso, particularmente a las administraciones municipales con la misma extracción partidista, cuando el nuevo mapa político, el que arrojara el proceso electoral del 18,suma a once administraciones municipales panistas, de un número posible de 18.

Así nace también el “Alcalde en tu calle” que opera en el mismo sentido, aun cuando muchas de las veces ambos gobernantes coincidan en el mismo problema o reclamo ciudadano o bien, que igualmente aparezcan juntos en una agenda de trabajo que ya se ha vuelto costumbre, cuando el alcalde –en este caso – se cuelga de la agenda del gobernador del estado. Y lo hacen valedero, si bien podría ser más penetrante y se abarcaría más si lo hicieran por separado.

Este es el programa social estrella del gobierno local, que recibió un rediseño y que, por la fuerza y disposición de la copiosa promoción, está apenas permeando entre la población, acicateado por los tiempos electorales.

Y el otro, que también a mitad del río cambia de embarcación.

Se trata de dejar atrás el lema con el que inició este gobierno, el “Querétaro está en nosotros” que más parecía un ascetismo espiritual que una motivación y orgullo para el trabajo.

Y viene el relevo, por uno más arrogante y altivo: “Querétaro, el orgullo de México” que pareciera etiquetar con mayor propiedad el despegue que en la generalidad de los campos, el industrial, el comercial, el de la obra pública, bueno, en todos, está teniendo este estado, para convertirse, por disposición de una frase, en “orgullo de México”, cuando en boca propia toda alabanza suena a vituperio. Si eso lo dijeran en otro estado, nos llenaría legítimamente de orgullo, pero como lo decimos los mismos de aquí – o el gobierno al menos – como que solo lo creen quiénes se hayan inventado esta artificiosa etiqueta. Bueno, aunque algo tenemos que inventarnos para sentir el orgullo de la patria chica. Es que este, con estribillo o sin él, lo sentimos real, cuando hacemos referencia al estado donde vivimos o hemos nacido.

Ambos proyectos o lemas de gobierno, han sido cambiados a mitad del tempestuoso río que juntos cruzamos – el sexenio – y que reflejan si un nuevo compromiso de trabajo entre gobierno y ciudadano, pero también salta la pregunta del ¿Porque lo hizo el gobierno local? ¿Qué es realmente lo que le preocupa? Acaso – y no lo dudo ni tantito –¿Un mejor posicionamiento del gobierno en turno para las próximas elecciones?

Aquí y por este sorpresivo sesgo que se da, justo cuando se va a la mitad sexenio, podría ser aplicable el pensamiento de don Mauricio González de la Garza – uno de los polítólogos mayores que ha tenido este país en el siglo pasado – cuando afirma que “la soberbia es un ingrediente ontológico del ser. La soberbia es un vicio que provoca la humildad; es un reto que, si se frena, se vuelve dignidad pero si se deja galopar arrastra al orgullo, a la vanidad y al odio”.

Y todo eso también podría implicar el proceso electoral que viene.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


Otras notas



De nuestra red editorial