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Educación Superior en Querétaro

Por - 05/12/2016

debemos invitar a las instituciones de educación superior a adentrarse en procesos de calidad, de mejora continua, de acreditación y de certificación

 Educación Superior en Querétaro

El tema que hoy nos ocupa entrelaza dos asuntos de vital importancia: la educación y lo que quizás para muchos sea aún más importante, la calidad de la misma. Todo ello, sin importar el lugar o el espacio físico y geográfico al que hagamos referencia.

Reconocemos que la educación es la pieza clave del desarrollo y crecimiento de las regiones, naciones y países; y si bien no podemos reducir la educación a los grados de instrucción recibidos bajo el sistema educativo, es bien cierto que uno de los indicadores que podemos tomar en cuenta para la valoración del desarrollo de un territorio determinado, es sin lugar a dudas, el nivel educativo de la población que habita en el mismo.

La educación superior surge desde la agrupación de alumnos y maestros (universitas studiorum) con la finalidad de formar para el trabajo, la innovación y la difusión del conocimiento (reconocidas como las tareas sustantivas de la universidad: docencia, investigación y difusión). Sentido y valor que continúa presente en todas ellas, pero que en la actualidad lo pasamos por el tamiz de las tres grandes claves para el desarrollo: cobertura, calidad y pertinencia. Como se le aplica a cualquier servicio que deseemos valorar y sobre todo cuando le asignamos el calificativo de interés público.

Es así que debemos considerar la educación como un bien a compartir entre todos los ciudadanos (cobertura), llegando al mayor número de ellos (de conformidad a lo establecido en los diversos planes de desarrollo de las entidades, teniendo como meta utópica la totalidad de los sujetos), pero expresado dicho bien en términos de calidad y pertinencia, es decir servicio educativo ofrecido en espacios adecuados, con programas educativos bien diseñados, con personal cualificado, y cuyos egresados, cuando deban integrarse al mundo laboral lo hagan no sólo con las características técnicas que demande el puesto de trabajo, sino y principalmente con una mayor conciencia del valor y de la dignidad humana.

Ante estos retos y, el sinfín de instituciones (de carácter público y privado) que han surgido para responder a la demanda social de este nivel, y aceptando la imposibilidad de que en todas ellas se ofrezca el bien o servicio con las características señaladas, el estado y la sociedad civil, no pueden quedarse inertes, sino muy al contrario, deben integrar a su papel de proveedor y abastecedor de los servicios, el de verificador de la calidad de los mismos.

Nuestro estado de Querétaro no es ajeno a este crecimiento, muy al contrario, en los últimos años hemos visto crecer la demanda de espacios educativos de nivel superior fruto en primera instancia del crecimiento de los niveles educativos inferiores y del aumento significativo de las necesidades de capacitación a lo largo de la vida laboral. De igual manera asistimos a la aparición de nuevas instituciones educativas (varias de ellas con presencia en otros estados de la república), así como a la construcción de nuevos campus en las ya existentes, aumentando la oferta de servicios de educación superior, logrando un significativo avance en el rubro de la cobertura, que como señalamos anteriormente es una de las claves del desarrollo a considerarse.

Sería momento de preguntarnos qué grado de avance presentan las otras claves mencionadas (calidad y pertinencia) y cuáles son los retos que se deberán enfrentar en un futuro próximo.

Finalmente debemos invitar a las instituciones de educación superior a adentrarse en procesos de calidad, de mejora continua, de acreditación (institucional y de programas) y de certificación (de estudiantes). Debemos partir de que aún son pocas las instituciones que aparecen referidas en los diversos organismos acreditadores nacionales (sean institucionales o de programas) y en algunos casos lo hacen como instituciones que pertenecen a un sistema o grupo de campus, no siendo la matriz o sede principal la que está asentada en nuestra entidad.


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