Cuando el río suena…

Detenida artificiosamente en la LX Legislatura – no habrá “fast track” – y cuestionada por colectivos ambientalistas y expertos en la materia, la Ley de Aguas se enfrenta esta semana que inicia  a nuevos análisis y cuestionamientos;  uno de ellos hoy, en la Universidad Autónoma de Querétaro.

Y es que esta iniciativa viene empujada en doble carril: Por el grupo parlamentario del PAN y Querétaro Independiente pero otra similar que presentan dos diputados del grupo parlamentario del PRI, ambos presentadas en la Oficialía de Partes el pasado 31 de marzo con diferencia de solo 27 minutos.

En la semana que pasó, colectivos ambientalistas las cuestionan y rechaza. Y dan razones –entre otras – por la sobre explotación y el abatimiento de 6 de los 12 acuíferos que abastecen el territorio queretano;  las iniciativas de referencia omiten un diagnóstico puntual acerca de la sobreexplotación, abatimiento y déficit del vital líquido, haciendo referencia a que la regulación ha sido rebasada.

Es pues este señalamiento, un grave – gravísimo – pecado de omisión, cuando existe “el deber de realizar acciones para restablecer el equilibrio de los acuíferos”.

Y en quince precisos puntos, estos grupos ambientalistas barren ambas iniciativas, obligándolos, por lo menos, a una revisión – otraaa-  en la poco acertada  LX Legislatura del Estado, para tacharlas, a ambas iniciativas, de “deficientes, inconsistentes y contradictorias…al no considerar la participación ciudadana en la tarea de decisiones”.

Los señalamientos lo firman el Laboratorio de Estudios Urbanos y Sustentabilidad LABUR; Ambientalistas del Estado A.C.; Ambientalistas del Centro, A.C.; Vocer@s de la Madre Tierra; Agua para Todos; Festival Agua que corre de Querétaro; Bajo Tierra Museo del Agua de Querétaro; las ambientalistas  María de Jesús Ibarra Silva, Ma. del Carmen Siurob Carbajal, Teresa Roldan Soria, pero también América Vizcaíno y Enrique Urribarren.

América Vizcaíno, más que reconocida en esta y otras luchas, sostiene que estas iniciativas “tienen serias inconsistencias legales, porque no parten de un diagnóstico ambiental integral de la gravísima situación del agua en Querétaro.  No establece soluciones ni promueve acciones para su gestión integral, protección, saneamiento, conservación de ecosistemas, entre otros y que fue elaborada a partir de las necesidades e intereses del sector empresarial para continuar sobre explotando acuíferos, contaminando ríos, bordos y presas. El agua de Querétaro ya es un recurso natural no renovable, tratarlo como mercancía, extraerla y venderla, usarla y descargarla, sin tratar cuerpos de agua, solo favorece al concesionario, a costa del deterioro ambiental”.

¿Así? O más clarito.

La iniciativa de Ley de Aguas del Estado de Querétaro, alentada por el grupo parlamentario de Acción Nacional, viene firmada por los diputados Germain Garfias Alcántara ; Luis Antonio Zapata Guerrero; Guillermo Vega Guerrero; Beatriz Guadalupe Marmolejo Rojas; Ana Paola López Birlain; Maricruz Arellano Dorado; Laura Angélica Dorantes Castillo; Luis Gerardo Ángeles Herrera; Alejandrina Verónica Galicia Castañón; Uriel Garfias Vázquez; Leticia Rubio Montes y Dulce Imelda Ventura Rendón; todos ellos y ellas del grupo parlamentario del PAN, pero también la signan los diputados Manuel Pozo Cabrera; Martha Daniela Salgado Márquez, estos tres y en el momento de su firma, todavía del partido Querétaro Independiente.

La otra iniciativa es presentada por diputados del PRI y firmada por la legisladora Graciela Juárez Montes y el diputado Juan Guevara Moreno, con apenas unos minutos de diferencia entre ambas.

En ninguna de los dos grupos se tomó el parecer de la ciudadanía, ni se convocaron foros o mesas de trabajo sobre el tema.

Este viernes, el colectivo de ecologistas y ambientalistas llevó a la oficina del gobernador Mauricio Kuri una copia de su posicionamiento y hoy lunes repiten la dosis en una mesa de análisis sobre el delicado tema del agua, en la que participan estudiosos  por parte de la Universidad Autónoma de Querétaro.

Corrió la versión que la iniciativa presentada  por Acción Nacional, se preparó en la CEA, con apenas un ligero visto bueno  del jurídico del gobernador.

Y así les llega.

Y es que “cuando el río suena, es que agua lleva”, pero hay que ver  cuánta agua viene, de donde viene y a donde va, pero además en qué estado se va.