Comuniquemos mejor la importancia de vacunarse

Por Julieta Díaz Barrón

Directora del Departamento Regional de Medios y Cultura Digital, Tecnológico de Monterrey. jdiazbarr@tec.mx

La humanidad enfrenta hoy la tarea más importante: neutralizar la pandemia de COVID-19. Es una tarea de institutos, científicos, gobiernos, autoridades, empresas, ciudadanos y de los medios de comunicación, entre otros.

Los medios son instrumentales en comunicar no solo la importancia de vacunarse contra el virus causante de la enfermedad, sino en hacer accesibles los contenidos que permitirán a una sociedad informada tomar las mejores decisiones.

Y pues temo decir que, en este sentido, algunos medios han fallado. No solo porque hay un porcentaje de personas que siguen creyendo que las vacunas podrían causar autismo, sino además por otras razones que se podrían combatir sencillamente con más o mejor información. Esto no es, en mi opinión, una cuestión asociada a nivel educativo, sino a desinformación.

Uno de estos problemas que observo de falta de información se centra en torno a la falacia de comparación entre las tasas de efectividad de las vacunas. Pfizer tiene un 95 por ciento de eficacia y, por ejemplo, Johnson & Johnson tiene del 66 por ciento. ¿Esto significa que la de Pfizer es 29 por ciento mejor que J&J?: la respuesta es no. Y para ello hay que entender un par de principios.

Necesitamos más medios informando o con mayor claridad al menos, que las tasas de efectividad de las distintas vacunas lo que declaran son los resultados de sus pruebas de tercera fase. No es una medida estándar entre ellas. Estas tasas lo que informan son los resultados de vacunas de naturalezas muy diferentes entre sí, probadas con poblaciones, periodos de tiempo, número de participantes y variantes del virus todos diferentes. Es como comparar peras con manzanas. De verdad no es tan sencillo como solo hacer aritmética de comparación. Elementos tales como el número de personas en quienes se probó hacen que diametralmente la cifra cambie mucho.

Y aquí es en donde quiero apelar a la responsabilidad de los medios de información. No basta con dar una nota que diga que hay tasas de eficiencia diferentes. Hay que explicar por qué las tienen y eso qué consecuencias tiene en las personas. Y no es tan difícil de comunicar, sino más bien me parece que es convicción de contextualizar, explicar cuando sea necesario y ahondar cuando más importa.

Desde luego que cada persona tiene derecho a la predilección de vacuna que mejor le parezca. Pero todos tenemos derecho a saber que todas las vacunas previenen las hospitalizaciones o muertes, que cada persona que se vacuna protege a su familia, comunidad y al país. Que todos y todas somos corresponsables. Con cada persona que recibe una vacuna, prevenimos que otra enferme.

Esto en donde mejor lo he escuchado, en resumen, es a través de las exposiciones elocuentes del líder de Tec Salud, el doctor Guillermo Torre: “la mejor vacuna es la que te aplicas”. Invito a los medios a ayudar a divulgar esta información tan importante que puede ayudar a salvar vidas.