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Cienfuegos, espectáculo mediático de AMLO

Por Héctor Parra - 16/01/2021

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

¿Acaso a las autoridades norteamericanas les importa en este momento el asunto Cienfuegos? Claro que no. Ellos están preocupados y ocupados con la toma de […]

 Cienfuegos, espectáculo mediático de AMLO

Foto: Archivo

¿Acaso a las autoridades norteamericanas les importa en este momento el asunto Cienfuegos? Claro que no. Ellos están preocupados y ocupados con la toma de posesión de Joe Biden y los desórdenes ocasionados por el neohitleriano del presiente Donald Trump, quien se resistió hasta el final a dejar el poder, no sin antes incendiar a su país en el odio. ¡Están en alerta roja!

En tanto, en México López Obrador y su Fiscalía General de la República reviven el asunto del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, detenido en octubre pasado en los EUA, por supuestos delitos que son perseguidos y castigados en ese país. La Fiscalía de López, aprovechando que aquellos se encuentran distraídos, decidió cerrar, por lo pronto, el asunto Cienfuegos, dando carpetazo con el no ejercicio de la acción penal por falta de elementos.

Cuando los norteamericanos deciden regresar al detenido, por voluntad propia (no creo que por presiones de López), “condicionaron” al mismo AMLO para que le siguiera proceso penal en México por los delitos que se le antojaran, pero que lo procesara. Total, López es un ignorante de la ley. Tres meses después de la detención de Cienfuegos, la Fiscalía de López decide emitir un acuerdo, que no es sentencia, como muchos han difundido, determinando que no hay elementos de prueba suficientes para iniciar un proceso penal en su contra, radicar proceso y solicitar orden de aprehensión a la autoridad judicial.

Las pruebas estadounidenses seguramente no fueron avaladas, mucho menos sirvieron por ser nulas de pleno derecho, por haber sido obtenidas en contra de los principios constitucionales de la legislación mexicana. Nunca hubo orden de juez competente para intervenir conversaciones telefónicas, de suyo fue una violación a los derechos humanos de Cienfuegos, lo que no existe en los EUA. Por lo cual son nulas.

A la llegada de Cienfuegos a México no hubo orden de aprehensión, no había investigación en su contra, no había nada. Por eso no ingresó a prisión y se fue directo a casa, si acaso con la advertencia de “te estamos investigando, eh”.

Mientras en México las cosas empeoran en todos los sentidos, López y su fiscalía sacan a la luz el tema de Cienfuegos y los medios de comunicación se vuelcan en información, desinformación y entrevistas. ¡Todos entretenidos! Logra su propósito, desviar la atención de los 138 mil 999 fallecidos por la pandemia a la que menospreciaron y no supieron cómo contener; la intención, que los mexicanos se olviden por unos momentos de la existencia de más de un millón 590 mil infectados por COVID-19, así como de la saturación de enfermos en agonía en hospitales que siguen careciendo de los elementos hospitalarios suficientes y de calidad para salvar a los infectados.

Entre la repartición de la ridícula cantidad de vacunas y el asunto Cienfuegos, los problemas se acrecientan.

Evitamos señalar muchos otros grandes problemas en los que ha sumido AMLO a los mexicanos, mientras dilapida el presupuesto público en caprichos, son temas de otro análisis.

Los medios de información llenaron sus espacios por la “información jurídica” que era evidente, al menos para los que saben algo de derecho penal; pero, López, más su ineficiente y nefasto equipo, gustan de entretener a la ignorancia. ¡La Fiscalía absuelve a Cienfuegos! ¿Cómo? La Fiscalía no absuelve, simplemente analiza y niega la solicitud de orden de aprehensión, no absuelve, simplemente no pide el ejercicio de la acción penal a la autoridad judicial por falta de pruebas. Así de simple. El asunto podría volver, no es investigación resuelta, mucho menos causa estado.

Este asunto lo comentamos desde la detención del General Salvador Cienfuegos. No era viable seguir el proceso penal en México por la serie de violaciones a los derechos humanos que cometieron los norteamericanos en agravio del General, derechos que no suelen respetar los estadounidenses. Ellos no están subordinados a la CIDH, como sí lo está México y, según López, él respeta los derechos humanos de los delincuentes, razón evidente por la que no iba a proceder el juicio en contra del General. Debe respeto a los militares.

Además, López tiene un gran compromiso con las Fuerzas Armadas de México. Por lo tanto, su Fiscalía no podía ni debía seguir investigando a uno de sus principales elementos: el exsecretario de la Defensa Nacional. Sin embargo, el asunto tenía que llegar a una definición legal: seguir o no seguir el proceso en contra de Cienfuegos.

De tal suerte que AMLO quiso aprovechar el momento de distracción de los norteamericanos, mientras que a los mexicanos los entretiene con información evidente. Todos se regresan y se vuelcan en el tema ya resuelto. Cuando llegó a México Cienfuegos regresó libre, sin investigación ni proceso en su contra, tampoco orden de aprehensión sobre sus hombros. Simple.

La DEA, sin embargo, se “incomoda, se molesta” por la decisión de la Fiscalía de AMLO. Sí, por no ejercitar acción penal en contra de Salvador Cienfuegos. ¿Cómo seguirle proceso sin pruebas? No hay pruebas delincuenciales en su contra. Y, supuestamente, la DEA amenaza con volver a iniciar proceso penal en contra de Cienfuegos en territorio norteamericano. Bueno, allá ellos, podrán hacer lo que quieran. En territorio mexicano no hay nada en contra del General, por lo tanto, dice la Constitución, es inocente.

Conclusión. Todas las pruebas obtenidas en territorio estadounidense en contra del General son nulas en México, no sirven. Y la Fiscalía de López no tiene nada en contra del General, o sea, en contra de las Fuerzas Armadas de México.

Y, por supuesto, no existe la menor intención de López de molestar al Ejército, su aliado principal. Por lo tanto, no deja de ser otro teatro lopista, mientras los norteamericanos están hechos un nudo marino para resolver los delitos cometidos por Donald Trump, a quien no quieren enjuiciar en la Cámara de Senadores, a pesar de ser un verdadero delincuente. Así están las cosas.

Héctor Parra


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