C.C.P. Zoe Robledo Aburto, subsecretario de Gobernación

La administración pública federal está obesa, por lo que el gobierno de AMLO determinó desaparecer muchas de las apetitosas subsecretarias de estado, entre ellas la de Enlace Legislativo. Sin embargo, lo que no se puede prescindir es de la función de cabildeo y seguimiento del ejecutivo hacia el legislativo, este de mayoría morenista. El congreso es una caja de resonancia, lo que se proponga ahí por el partido dominante, se entenderá que cuenta con la voluntad del líder real, al menos esa es la percepción.

El lunes pasado, los mercados volvieron a reaccionar, no sólo a lo que pasa en China, en la frontera, o a las consultas del pasado fin de semana, sino que también lo hicieron a lo que sucede en el Congreso mexicano. Uno de los factores desestabilizadores del lunes negro fue una propuesta del PT, aliado político de Morena en la elección, para que el Estado tome el control de los fondos de las Afores.

En otras legislaturas, este tipo de iniciativas, presentadas por partidos con grupos parlamentarios pequeños, serían tomadas como una vacilada, una puntada digamos. Quizá recuerde usted una propuesta en la legislatura pasada que promovía una disposición legal para que los fines de semana fuera obligatorio el dos por uno en los cines. Seguro preocupó a la industria cinematográfica, pero legislativamente se veía como políticamente inviable.

A diferencia de aquello, hoy las propuestas de legisladores de Morena y quienes fueron sus aliados, son tomadas como planteamientos con posibilidad de tener votos para volverse ley y ser base de nuevas políticas públicas. Cierto es que los mercados y sus jugadores están sobrerreaccionando, por falta de claridad del proceso legislativo o conociéndolo aprovechan para mandar un mensaje. El tramo entre una iniciativa y la ley es largo y muchas las voluntades que deben coincidir, incluso la del Presidente de la República que podría incluso ejercer su facultad de veto.

Pero sin duda hay una lluvia de iniciativas, como la surgida de otro legislador del PT en San Lázaro para que las reservas internacionales se inyecten en programas sociales. Están también otras que vienen con un sustento mucho más serio, como la iniciativa presentada por el Senador Monreal que propone bajar las comisiones bancarias u otra que pretende modificar la esencia del Banco de México para que su objeto sea también estimular el crecimiento económico, lo cual existe en bancos centrales de otras economías avanzadas. Están además las que no desestabilizan los mercados, pero desgastan más la imagen del grupo parlamentario, como la que propone un diputado de Morena para que las peleas de gallos se decrete como Patrimonio Cultural Inmaterial, a esto llegan algunos, no se les puede pedir más.

En las cámaras estarán las iniciativas del Presidente, las que deja Olga Sánchez Cordero y otras de verdadero fondo, agendas que habrá de empujar y que requerirán de talento para la negociación política, en algunos casos para construir mayorías calificadas que Morena no tiene y que esta misma semana ya sufrió su primer revés con el tema del fuero.

La función de cabildeo político será fundamental para el nuevo gobierno. Se puede eliminar la subsecretaría hasta hoy a cargo pero nunca la función, menos ahora, ya sea que quede a cargo de la Consejería Jurídica de Julio Scherer o de su subsecretaria, empoderando un enlace oficial y con fuerza para hacer presencia ante el poder legislativo.