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C.C.P. Senador Roberto Gil Zuhart

Por Arturo Maximiliano García - 02/07/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

C.C.P. Senador Roberto Gil Zuhart Presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República. Don Roberto, el momento de elegir nuevos ministros de […]

 C.C.P. Senador Roberto Gil Zuhart

C.C.P. Senador Roberto Gil Zuhart

Presidente de la Comisión de Justicia del Senado de la República.

Don Roberto, el momento de elegir nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia está cerca. La Comisión que usted atinadamente preside deberá seleccionar entre dos ternas a sendos abogados quienes portarán la toga del máximo tribunal de la República en los próximos 15 años.

La capacidad de la Corte para determinar derechos y obligaciones de los mexicanos es innegable, basta mencionar casos tan controvertidos como el de Florance Cassez y el debido proceso, la liberación de un presunto culpable de la matanza de Acteal, la posibilidad de que un militar sea juzgado por un tribunal civil, los amparos a las parejas del mismo sexo a quienes se les negó el derecho de casarse y en este mismo tema el fallo de la semana pasada que equipara las parejas homosexuales a las heterosexuales confirmando el derecho de las primeras para contraer matrimonio. Hoy más que nunca el Poder Judicial decide sobre los aspectos más importantes de este país en lo social, lo económico y lo político.

Es precisamente la relevancia e independencia del Poder Judicial la que debiera llevar a la Comisión de Justicia a revalorar el papel de los Senadores que la integran en el proceso de selección de los próximos ministros de la corte que cubrirán las dos vacantes que se darán a finales de este año.

Y es que a pesar de la responsabilidad que implica el ejercicio de esta facultad exclusiva del Senado, las audiencias en el seno de la Comisión de Justicia para elegir a los ministros parecieran un simple trámite en una selección ya decidida de antemano. Es natural por supuesto que la propuesta de un Ministro venga previamente cabildeada por la Presidencia de la República con los distintos grupos legislativos representados en el Senado, pero a veces esto pareciera dejar sin opción a los legisladores para hacer un análisis y cuestionamiento de fondo sobre a quien elegir o no como Ministro.

Aún estamos lejos de ver en las audiencias de las Comisiones, no sólo la de Justicia, verdaderos exámenes sobre la ética y tendencias jurídicas, donde las exposiciones o antecedentes de quienes son postulados sean determinantes para su acceso a la Corte. Estoy seguro que a usted no le serán desconocidas las complejas y arduas comparecencias ante el Senado de Estados Unidos a las que se someten los juristas que aspiran a la máxima corte del vecino país , donde muchas veces los postulados no han logrado superar las mismas al ser expuestas situaciones o actos incompatibles o éticamente cuestionables para ocupar el cargo.

Al respecto me gustaría tomar algunas líneas de la audiencia de confirmación de la hoy Ministro Kegan, la última propuesta y ratificada en el Senado norteamericano para acceder a la Suprema Corte de aquel país.

El Presidente del Comité de Justicia del Senado Patrick J. Leahy en su posicionamiento inicial le pide a la Señora Keagan que sea abierta y responsiva, que comparta con esa comisión pero sobre todo con el pueblo de Estados Unidos su filosofía judicial, asegurando también su independencia judicial tanto de la derecha como de la izquierda. Más adelante el Senador Leahy, recuerda a los los nominados a la Corte que entiendan que como jueces no son miembros de ninguna administración. Las cortes, continuó diciendo el Senador, no son subsidiarias de ningún partido político o grupo de interés y nuestros jueces no deben ser partidistas. Esto es sin duda algo difícil de asimilar y más aún de llevar a la práctica en México, no sólo en la Corte sino en organismos constitucionales autónomos donde los consejeros o comisionados les cuesta trabajo ejercer su trabajo sin la atadura de quien los propuso, confundiendo el agradecimiento con la institucionalidad y la responsabilidad que conlleva el cargo.

En este sentido una pregunta fundamental que deben hacerse los Senadores es qué tipo de Ministros quieren para México. Qué perfiles pueden balancear el pleno de la Corte en cuanto a su trayectoria, ideología o experiencia previa en ciertos temas jurídicos de las ramas del derecho público o privado. Hoy tenemos ministros cuya carrera se hizo dentro del Poder Judicial o quienes llegaron externos a él desde la academia o la administración pública. Entre los primeros se encuentra el actual Presidente Luis María Aguilar Morales, Margarita Luna Ramos, Juan Silva Meza y Jorge Mario Pardo Rebolledo, mientras que Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena llegó con experiencia principalmente en la práctica legal de los corporativos internacionales y la administración pública. José Ramón González de Cosío en cambio viene de la academia sin haber ocupado ningún cargo dentro de la estructura de la Corte a la vez que José Fernando Franco González Salas hizo carrera principalmente en la administración pública federal. Caso distinto es el de Margarita Sánchez Cordero que llegó desde su desempeño como Notaria Pública o Eduardo Medina Mora con una trayectoria destacadísima en el sector público, pero cuyas decisiones en estos cargos fueron criticados y que fueron obstáculos librados en lo político para llegar a la corte. Arturo Zaldívar Lelo de la Rea, se integra con a partir de una sólida carrera como abogado postulante y académico.

Para la inminente selección de nuevos ministros se habla con insistencia de dos abiertos militantes de los principales partidos políticos, Santiago Creel Miranda, ex secretario de Gobernación y dos veces legislador federal por el PAN, y por otro lado Raúl Cervantes, Senador del PRI con licencia. Ambos cumplen con los requisitos y tienen trayectoria, la pregunta es si su postulación y muy probable llegada dados los acuerdos políticos donde las bancadas se dividen los nombramientos, son los perfiles idóneos para integrar la Suprema Corte de Justicia. El primer reto, difícil de lograr es, como lo propuso su par norteamericano, que entiendan que de llegar no deberán ser parte de una administración, de un partido o de una corriente política, sino que deben impartir justicia, así de simple, así de complicado.

Sea quien sea que llegue el objetivo debe siempre ser consolidar la separación del ejecutivo y ser un poder judicial auténticamente independiente como parece ya serlo. Que así sea Don Roberto y que no se retroceda en el terreno ganado.

Arturo Maximiliano García

Orgullosamente queretano. Apasionado de la política, la economía, las leyes y los medios. Barcelona , PUMAS, Steelers, USC y Yankees mis equipos.


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