C.C.P. Mikel Arriola, aspirante al gobierno de la Ciudad de México

Fueron tantos los nombres que se mencionaron para contender por el PRI por el gobierno de la Ciudad de México que cuando se hizo público su interés en ser candidato, más de una ceja se levantó al escuchar que sería Usted quien encabezará una contienda casi imposible de ganar. A pesar de que personas de mucha prosapia en el tricolor como Don José Narro o Enrique de la Madrid fueron mencionados, el que abanderará será un perfil más técnico, sin militancia partidista y que ha trabajado en administraciones panistas, del corte de José Antonio Meade. ¿Será esta una estrategia con fundamento o simplemente hacer labor de sacrificio en espera que la Presidencia se gane y la compensación venga en el gabinete federal?

No cabe duda que si de trayectorias hablamos, la suya es muy sólida, de resultados y sin mancha hasta hoy conocida de corrupción. Su paso por la administración pública federal ha sido destacado, habiendo sido recientemente reconocido por la Universidad de Chicago con el Professional Achievement Award, siendo el segundo mexicano en recibir este premio desde que se otorga. Su paso por COFEPRIS fue determinante para la consolidación de este importante organismo regulador en materia sanitaria, y la continuidad de la tarea de enderezar las finanzas que le legó el actual Secretario de Hacienda José Antonio González Anaya la ha hecho con resultados tangibles.

Sin embargo hay algo que no cuadra, que es la razón por la que el PRI manda a alguien sin reconocimiento de nombre ni estructura en la capital de la república. Se especula que nadie se animó y que entonces pudo ser una cortesía que se le extendió a José Antonio Meade quien está formando equipo.

Otros han jugado ya esa labor de sacrificio, aunque con mejores expectativas de triunfo. Lo hizo Santiago Creel quien a la postre, después de haber perdido por poco con Andrés Manuel López Obrador, se convirtió en el Secretario de Gobernación de Vicente Fox. Recientemente Beatriz Paredes intentó en dos ocasiones recuperar el Distrito Federal para el PRI, pero fue barrida particularmente en la pasada contienda donde Miguel Ángel Mancera simplemente arrasó.

Está claro que al menos en este momento las estructuras territoriales están en manos de MORENA y del PRD, mientras que el PAN tiene algunos nichos de votos duro en ciertas delegaciones. El PRI mientras tanto no ha podido retomar fuerza, quizá sólo más desprestigio con casos como el de su ex líder Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y su supuesta red de prostitución, personajes que aún existen y pesan y con los que quizá tenga que ceder espacios en el mundo del ser más que en el del deber ser.

Una vez más la apuesta fue por un no militante, que aún buscando ganar una plaza aparentemente perdida, seguro generará molestia en un sector del PRI que busca pretextos para bajar las manos en las próximas elecciones de 2018. Para Usted la candidatura es un proyecto donde en cualquier escenario gana. De entrada es la oportunidad para entender la política en la calle, fuera de los escritorios de la administración federal, replanteando su naturaleza y su posible funcionalidad en caso de que Meade y el PRI logren la también compleja tarea de refrendar la Presidencia.