C.C.P Luis Videgaray Caso

C.C.P. LUIS VIDEGARAY CASO

Apenas en el mes de septiembre escribía en este mismo espacio sobre su salida de la Secretaría de Hacienda. Hablar en ese momento de su futuro político, tenía para la gran mayoría de los analistas una sola respuesta, ninguno. En lo personal mencioné que “salía de la escena pero no del guión”.

Fue en su momento el efecto Trump y su inconveniente visita a México, lo que detonó su salida de Hacienda, implicando para el Presidente Peña Nieto sacrificar a su mano derecha, no sólo en los temas económicos, sino más allá de ellos. Curiosa como es la vida, es el mismo efecto Trump, pero ahora su victoria el 8 de noviembre, lo que parece pavimentar su regreso al gabinete federal.

Su figura, Doctor Videgaray, se ha revalorado, ya que de ser el artífice de la desgastante reunión entre Peña Nieto y Trump, hoy se le reconoce como el operador de una jugada visionaria que lo deja como el único personaje en este país que tiene cumplidos directos de la cuenta de Twitter del hoy Presidente electo de Estados Unidos como lo fue: “México ha perdido un ministro de finanzas brillante y un hombre maravilloso que yo se que tiene todo el respeto del presidente Peña Nieto”, y “Con Luis, México y Estados Unidos habrían llegado a acuerdos maravillosos juntos, acuerdos que habrían beneficiado tanto a México como a Estados Unidos”

Pareciera entonces idóneo y  estratégico reincorporarlo al gobierno federal, para hacerse cargo de la relación de México con los Estados Unidos y no desde la embajada, sino desde la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Si bien algunos han querido ubicarlo en la representación diplomática en Washington, sería difícil verlo pasando filtro con la actual titular de la Secretaria Claudia Ruíz Massieu, con quien incluso, se dice, hubo un fuerte enfrentamiento de posturas con respecto a la visita de Trump. De ser nombrado embajador su trato sería directo con el Presidente de México, lo cual tampoco sería cómodo para la canciller, toda vez que debilitaría su posición y partiría de facto la Secretaría en dos.

Al respecto, el Presidente negó esta semana que Usted, como se mencionó en una columna de trascendidos, encabezara las negociaciones con el equipo de transición de Trump, pero esto sólo implica que en este momento no es así, no que no pudiera serlo. Es un tema de estricta funcionalidad, donde habrá de valorarse si su llegada, dados sus vínculos, sería mejor para las relaciones bilaterales que la de la actual Secretaria, sin que necesariamente sea un castigo para ella. Es una decisión pragmática en momentos complejos de la relación con nuestro vecino y socio.

Está claro que su eventual regreso al gobierno no limitaría sus efectos a la relación con Estados Unidos, sino que repercutiría en los balances de poder en el gabinete, que pudiera incomodar a algunos. Por lo pronto hay otras señales que no parecen coincidencia, como su aparición pública con Secretarios de Estado y su inclusión en el Consejo Político del PRI esta semana.

A partir de la segunda quincena de diciembre, me parece, podría tomarse la decisión de reincorporarlo, pasando con menos ruido la determinación de que una figura de peso, que seguía en el guión, regrese a la escena de nuevo como protagonista.