C.C.P. Juan E. Pardinas

C.C.P. JUAN E. PARDINAS

DIRECTOR DEL INSTITUTO MEXICANO PARA LA COMPETITIVIDAD

No cabe duda que el instituto que usted encabeza se ha convertido en el Think Tank más influyente en el país. Al margen de las investigaciones que el IMCO realiza, logró algo muy complicado; poner la agenda pública desde afuera a la clase política.

El 3 de 3 fue una idea simple pero ingeniosa, conjuntando la transparencia de hacer públicas las declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses, a la vez que sirve como elemento de medición económica del antes y después de los funcionarios públicos electos o designados. 

Si bien la presentación de la 3 de 3 es hasta ahora voluntaria, esta llegó a ser uno de los principales temas de debate durante las campañas del año pasado. En varios estados donde se disputaron gubernaturas en el 2015, como Guerrero y Campeche, hubo retos lanzados de un candidato a otro en relación a presentar la famosa declaración, incluso en la contienda por el gobierno del Estado de Querétaro fue prácticamente el tema central de principio a fin en ese proceso electoral.

Hoy, montados en el éxito y posicionamiento de la declaración 3 de 3, un grupo de expertos acompañados por el IMCO presentaron ante la sociedad una iniciativa ciudadana para llevarla al Congreso de la Unión una nueva Ley General de Responsabilidades Administrativas, bautizada y promovida precisamente como la Iniciativa 3 de 3. Este esfuerzo pone el dedo en la llaga en relación a lo complejo que es hoy fincar responsabilidades y sancionar a un funcionario público por los malos manejos en el ejercicio de sus funciones, describiendo un catálogo de faltas administrativas graves entre las que se encuentran el soborno, peculado y el tráfico de influencias, al mismo tiempo que la ley propuesta genera un estándar del cual deberán partir mínimamente las leyes federal y estatales en la materia.

Algunos elementos de la ley me parecen fundamentales, como el establecer responsabilidades por la obstrucción de justicia administrativa, concepto que debería ser también en su momento considerado en el ámbito penal como delito grave, aplicable en todos los estados, que si bien algunos ya lo contemplan, en la mayoría existen lagunas al respecto, al margen de que no creo haya antecedente de algún funcionario consignado por esta conducta tan común.

El reto de esta iniciativa que pudiera llegar al Congreso, vía el respaldo de más de cien mil firmas, es el mismo que para otras leyes bien hechas, su aplicación. Bajo el marco actual sí es posible meter funcionarios corruptos a la cárcel o fincar otro tipo de responsabilidades, de hecho se hace, pero se hace selectivamente, por consigna, ahí el problema a superar.

Al margen del destino de la iniciativa 3 de 3 Doctor Pardinas, esta cumple otra labor fundamental, seguir poniendo el tema en el centro del debate y con su difusión abona a la generación de cultura de la transparencia y la honestidad en la población, que desafortunadamente no son siempre sujetos pasivos de la corrupción. Todo niño, joven y en general cualquier ciudadano es un potencial administrador público por lo que su formación, valores y hábitos son los que se verán reflejados si algún día tiene la oportunidad de estar del otro lado del mostrador, ese lado donde hoy parece estar concentrada principalmente la corrupción.