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C.C.P Javier Bolaños Aguilar

Por Arturo Maximiliano García - 19/09/2016

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Estaremos todavía en la época donde los segundos eliminan a los primeros para acceder al poder por una vía distinta al voto o será momento de poner reglas claras a un tema que se ha minimizado

 C.C.P Javier Bolaños Aguilar

JAVIER BOLAÑOS AGUILAR

PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS

Si bien debería ser natural que a los gobernados y a los electores nos importara la salud de nuestros funcionarios electos, la realidad es que dista mucho de ser un tema de debate en nuestro país o un elemento importante en el contexto de los procesos electorales, sin embargo, pudiera ser un factor potencial de estabilidad para el país.

La reciente revelación de que Hillary Clinton sufrió de neumonía, generó el momento más desestabilizante en la campaña de la candidata demócrata, poniendo en riesgo su llegada a la Casa Blanca, aunque una vez en funciones, el sistema político norteamericano tiene reglas claras con respecto a la ausencia permanente del mandatario.

En Estados Unidos la línea de sucesión es simple, a falta del Presidente, por renuncia, muerte o incapacidad, el cargo lo ocupa el Vicepresidente, de ahí la importancia de esta figura durante la campaña, incluso en los debates que sostienen, aunque su peso político se desvanece paradójicamente cuando está en funciones, siendo casi una figura decorativa.

En caso de que por alguna razón llegaran a faltar ambos, Presidente y Vicepresidente al mismo tiempo, su norma contempla al tercero en línea, siendo entonces el Speaker of the House, o Presidente de la cámara baja, el que ocuparía el cargo como sustituto hasta finalizar el periodo constitucional. Después de esta figura viene la del Presidente del Senado, el pro tempore, ya que por ley es el Vicepresidente quien ocupa este puesto, aunque rara vez lo desempeña en la práctica. A falta de todos estos gobernantes electos, viene una lista de miembros del gabinete en cuyo orden predeterminado continúa la línea.

En México, nuestras reglas sucesorias en caso de falta absoluta, si bien están definidas con respecto al procedimiento, pueden, por su contenido mismo, generar más inestabilidad que certidumbre. Lo único cierto es que el Secretario de Gobernación es el segundo en la línea de sucesión, aunque lo es sólo por un periodo máximo de 60 días, mientras que el Congreso designa al interino o sustituto por mayoría calificada, dos terceras partes, misma que nuestros legisladores difícilmente lograrían para este particular.

En el caso de la figura del Presidente Interino, el escenario político de mediano plazo es complejo, ya que primero hay que lograr esa mayoría calificada para nombrarlo y luego convocar a elecciones extraordinarias en un plazo no mayor a nueve meses. Por otro lado, para que el Congreso elija un Presidente Sustituto que concluya un periodo presidencial, es verdaderamente imposible de imaginar un consenso, tomando en cuenta que se trata de la personas que asumirá la Presidencia, sin mediar un voto ciudadano, incluso por más de la mitad del sexenio. No veo hoy en la composición de nuestro congreso margen para esos acuerdos, generándose un vació de poder que nuestro país no resistiría generando fuertes sobresaltos sociales que trascenderían a lo económico, en contraste con los sistemas parlamentarios europeos.

Estaremos todavía en la época donde los segundos eliminan a los primeros para acceder al poder por una vía distinta al voto o será momento de poner reglas claras a un tema que se ha minimizado, ante algo tan frágil como la salud y la vida, salvo que se crea que el Presidente, además de poderes meta constitucionales también los tiene sobrehumanos.

Arturo Maximiliano García

Orgullosamente queretano. Apasionado de la política, la economía, las leyes y los medios. Barcelona , PUMAS, Steelers, USC y Yankees mis equipos.


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