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C.C.P. Adriana Dávila Fernández, senadora de la República

Por Arturo Maximiliano García - 16/10/2017

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Hace tiempo un político me platicó sobre la diferencia entre la lealtad y la incondicionalidad. La lealtad implicaba gratitud y acompañamiento, pero quien la tenía […]

 C.C.P. Adriana Dávila Fernández, senadora de la República

Hace tiempo un político me platicó sobre la diferencia entre la lealtad y la incondicionalidad. La lealtad implicaba gratitud y acompañamiento, pero quien la tenía podría no seguir a la persona a quien le fuera leal en una decisión incorrecta, poco ética o inmoral, a partir de ese momento su obligación sería señalarla y de persistirse en llevar a cabo la acción entonces no habría traición si la persona a quien se le debe lealtad decidía continuar con su proyecto y el sujeto leal no lo acompañaba. En el caso de la incondicionalidad, se iría hasta el final con la persona a quien se es incondicional, sin importar que decisión haya que respaldar.

En la pugna que hoy ocupa al PAN bien les caería diferenciar entre estos conceptos, ya que varios militantes encumbrados se acusan los unos a los otros de traidores, que los puede haber, pero también puede tratarse simplemente de personas leales pero no incondicionales, o de políticos que sólo aceptan incondicionales a su lado y todos los demás son traidores o enemigos.

En reciente entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, Usted señaló que no seguiría a Margarita Zavala, a quien apoyaba hasta hace muy poco, según se dice, para ser la candidata del PAN a la Presidencia de la República, a la vez que exigió a quienes apoyen a candidatos que no sean panistas a que se vayan del partido y dejen con ello la simulación. Esto último fue una llamada directa a sus colegas senadores, quienes manifestaron que votarán por Zavala, mientras que llamó a su correligionario Roberto Gil, “Caballo de Troya”, por supuestamente estar con Rafael Moreno Valle de quien dijo sería un candidato a modo para el PRI, aún cuando el ex gobernador de Puebla sí es militante del PAN.

En réplica los senadores rebeldes dicen que Usted, por lo menos, ya cambio de chaqueta, dejando de apoyar a la ex primera dama, por una diputación plurinominal federal que supuestamente se la habría ofrecido desde la dirigencia nacional del PAN. El tiempo dirá si esto fue verdad.

Quizá Usted no es una traidora, simplemente no era incondicional de Margarita y no quiso seguirla en una aventura de un desenlace incierto o a un camino producto quizá de un capricho por no ver viable su candidatura a la Presidencia por el PAN o del Frente Ciudadano por México. Zavala tuvo razón, jamás sería la candidata de su ex partido o del Frente, Ricardo Anaya le había ganado la partida haciendo política y colocando los andamios de su proyecto, mientras que Zavala se dormía en las encuestas que la posicionaban bien pero que no bastan para hacer un candidato. Margarita falló en construir un discurso atractivo, en presentar una imagen más presidencial y trabajar territorialmente haciendo una estructura real mientras hacía enlaces con otras fuerzas políticas.

Su trayectoria política Senadora está fuertemente ligada más que a Margarita a Felipe Calderón y su equipo, tanto en el PAN, en la Secretaría de Hacienda bajo el mando de Ernesto Cordero o como staff de Los Pinos, digamos que les debe, sin embargo Usted y sólo Usted sabe si traicionó al clan Calderón/Zavala o simplemente fue leal pero no quiso ser incondicional.

Arturo Maximiliano García

Orgullosamente queretano. Apasionado de la política, la economía, las leyes y los medios. Barcelona , PUMAS, Steelers, USC y Yankees mis equipos.


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