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AMLO orquesta el caos de la vacunas

Por Héctor Parra - 20/01/2021

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Dado el manejo arbitrario y desordenado en la compra y arribo de las vacunas ya nada se les puede creer.

 AMLO orquesta el caos de la vacunas

Foto: Archivo

Andrés Manuel López Obrador, experto en generar “caos” bien orquestado, para generar problemas claramente definidos: fines electorales. Esta vez no podía faltar el sistema de salud, tratándose de las vacunas “gratuitas” para combatir el COVID-19. Al igual que, coincidentemente se “robaron” los medicamentos oncológicos cuando llegaron y nada se supo de los delincuentes ni del paradero de los medicamentos, esta vez también se roban vacunas.  

Dado el manejo arbitrario y desordenado en la compra y arribo de las vacunas ya nada se les puede creer. Supuestamente solo robaron cuatro vacunas. ¿Quién puede afirmar y demostrar que solo fueron cuatro? Nadie. Se atiende a lo que dice la “autoridad”. El robo de las vacunas fue en la tierra del futbolista que gobierna Morelos; más precisamente en un hospital del ISSSTE, custodiado por el Ejército. Clínica de Medicina Familiar número 1, en Cuernavaca Morelos. ¿Presentarán denuncia por robo?, y ¿cuánto cuestan? ¿Cuántas fueron? Ebrard dijo era “secreto de Estado” el costo de las vacunas, que no se pueden dar a conocer los contratos. ¿A cuánto asciende el robo? Nadie sabrá. Solo llenarán el requisito, como se hizo con los medicamentos oncológicos, nadie dio información de nada. Toda una incógnita. 

El robo pareciera lo de menos. El gran escándalo se abre entre quiénes han sido los seleccionados para ser inoculados en contra el virus, quiénes son los beneficiarios de las vacunas donadas (por eso no quieren informar de los contratos) y el número real de ampolletas que han recibido México. “Top Secret”. 

Han documentado gráficamente grandes filas del personal de la Secretaría Bienestar, para ser inmunizados. No es cualquier personal burocrático; no, se trata del “ejército electoral” de López Obrador, mejor conocido como los “siervos de la nación”. Llevan preferencia sobre el personal de salud que combate la enfermedad. Los “chivos o siervos” son cientos de empleados que realizan trabajo de calle en la entrega de beneficios de los programas sociales: asegurar los votos. Recaban datos de los vacunados y promueven al gobierno de Morena. Los demás mexicanos deben seguir esperando. Total, en febrero 28 del año pasado López afirmó que no era grave la infección por COVID-19, que era más peligrosa la influenza, mientras la cantidad de muertos sigue aumentando. Hasta este día iban 141 mil 544 fallecidos por COVID. 

Luego viene la confusión generada por el mismo López, que acendra el caos. Anuncia, benevolentemente, que México se esperará a la entrega de más vacunas, mientras que son entregadas a países más pobres, de acuerdo con lo propuesto por la ONU. Aberrante. Resulta que ni la ONU hizo semejante solicitud, ni el gobierno de López compró a los laboratorios de Pfizer vacunas, trasciende que fueron donadas. Razón por la cual Ebrard no quiere mostrar los contratos. Así que Pfizer suspendió la entrega de esas vacunas, nada de esperar humanamente el turno: después de los pobres, ¡pobres mexicanos! De pronto tuvieron que comprar vacunas a China y a Rusia, en plan emergente. Parece que López lucra con el uso de las vacunas, aparentemente se trata de una estrategia fallida. ¿Caos programado? Así parece. Engaña una vez más a la población: el uso de las vacunas eminentemente electorero. 

Y, por evitar la venta de las vacunas por particulares, el Presidente monopolizó las compras, impidiendo a empresarios la adquisición y disposición de las vacunas. Una vez que se le vino el problema encima, lo negó. Se contradijo. Asegurando que él no había prohibido la compra a empresarios. Claro, deslizando su irresponsabilidad, como es su costumbre. ¿Dónde están las 34.4 millones de dosis que presuntamente compraron a Pfizer? No cabe duda, el caos está bien organizado. 

Por todo este “margallate” la senadora Lily Tellez, solicitó al INAI, la información que el gobierno se niega a dar. 45 interrogantes formularon al Instituto de Información Gubernamental, para que, a su vez, el mismo Instituto las traslade al gobierno de López. Por el desorden administrativo y reacios a informar, seguramente no proporcionarán la información que solicita la senadora, o la entregarán mucho después, ¿les parece pasadas las elecciones? Vamos, acorde con lo dicho por Ebrard: tienen “restricciones” contractuales.  

Por último, para “orquestar bien el caos”, todos meten mano en las compras. El Secretario de Salud, bien; el Secretario de Relaciones Exteriores, muy mal; Andrés López, pésimo; y, el Secretario de Hacienda, solo es pagador, pero también se mete en las compras. Son un fracaso. Y así pretenden ganar las próximas elecciones. México a la deriva con el gobierno de López Obrador. Pronto hay que rescatarlo antes de que zozobre. ¿Cómo? No votando por los candidatos del Presidente en las próximas elecciones.

Héctor Parra


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