¡Bendito Atlante!

O Gallos tiene vara alta con el de arriba o de plano la afición ha prendido muchas veladoras, pero milagrosamente los queretanos siguen con vida.

Una vida que parecía arruinada desde la jornada anterior que perdieron con Morelia y ganó Atlante firmando su salvación. Ya se les habían ido Atlas y San Luis, pero la esperanza quedaba en manos de Puebla.

El panorama era desalentador pues ahora para Gallos queda un solo camino, el de ganar, ganar, ganar y para los camoteros perder, perder, perder. 

Ahora sí se pensaba que ya no habría más, seguramente Gallos ganaría el clásico ante San Luis, pero parecía fácil que los poblanos pudieran al menos empatar con Atlante y ahí se acabarían las posibilidades de vida para Gallos.

Pero se hizo el milagro, la fiesta se vivió en el Corregidora con las banderas azul y negro que pintaron la cabecera norte de la Barra Resistencia Albiazul que pusieron la piel chinita   al verlas ondear todas al mismo tiempo a cada minuto de un partido no apto para cardiacos en el que Gallos reaccionó y pido darle la vuelta al marcador que en un primer tiempo había estado en su contra.

Más tarde, otra vez esperar, los ojos y los corazones estaban puestos en Cancún, con un equipo que salió a jugar ya sin presión, con la conciencia de que debe seguir sumando para salir de la zona de descenso la siguiente temporada y así lo hizo, con dos goles venció a Puebla que está a sólo cinco puntos de Querétaro.

Ignacio Ambriz tratará de que se cumpla su plan, acortar la distancia la próxima semana venciendo a Chivas, y que Atlas vuelva a vencer a Puebla y así el Estadio Corregidora sería testigo de una de las historias más dramáticas que han vivido los queretanos.

Algo pasa, parece que alguien nos quiere en la Primera División un año más. ¡Ojalá!