El “mariantonietazo” de Beatriz Gutiérrez Müller

La que necesita urgentemente un curso de empatía básica es la esposa de Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, quien ayer se convirtió en comidilla de las redes sociales luego de decirle a padres de niños y niñas con cáncer que pedían verla personalmente que ella no era médico y que a lo mejor ellos sí.

A la académica y escritora, quien en reiteradas ocasiones ha expresado su negativa a utilizar el título de “primera dama” se le criticó debido a que la respuesta pareció poco sensible a los cibernautas. Esto sobre todo tomando en consideración que los tratamientos para personas con cáncer se han visto amenazados por los recortes impulsados por su marido.

Por otro lado, también le critican que se haya puesto “tan brava” para defender a su hijo cuando lo han llamado “chocoflan” mientras es incapaz de mostrar la mínima empatía a los padres de los menores enfermos.

No obstante, algo que tendríamos que reconocer antes de lincharla mediáticamente es que ella ha procurado mantenerse al márgen de la gestión de su marido y que, por otro lado, pareciera mostrar ya signos del desgaste propio de quienes hacen su vida cotidiana cerca de los principales círculos de poder.

Aún así, sus palabras no dejan de tener un ligero regusto a las que pronunció María Antonieta, esposa de Luis XVI, quien gritó a las multitudes hambrientas de París que si no tenían pan para comer, entonces comieran pasteles. Por supuesto, el final de María Antonieta no fue para nada afortunado, así que Beatriz, quizá tendría que pedir una disculpa si no quiere provocar un zafarrancho en las Tullerías.