Sector automotriz, la manzana de la discordia entre México y Estados Unidos

Este martes 23 de enero dio inicio la penúltima ronda de negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, sin embargo, a diferencia del primer encuentro, en esta ocasión se percibe menor tensión en el ambiente y hasta se vislumbra cierto optimismo sobre el futuro del acuerdo.

Donald Trump, presidente estadounidense, llega con menos fuerza e impacto en su discurso, los mercados ya no tiemblan al son de sus amenazas y descalificaciones a un tratado que ha sido de suma importancia para el desarrollo de las tres naciones.

La manzana de la discordia es el déficit comercial que presenta Estados Unidos en el sector automotriz con México, que en el 2016 representó 74 mil millones de dólares: Trump quiere revertir esta dinámica, y de no hacerlo, sacará a Estados Unidos del tratado; esa es su amenaza.

Sin embargo, sus intimidaciones han comenzado a perder fuerza, o al menos así lo demuestran los comportamientos de los mercados y la relativa estabilidad del peso ante esta nueva mesa de negociación.

Situación a la que se suma el desempeño que tuvo el sector automotriz para México durante el 2017, pues se cerró el año con una balanza comercial superior a los 62 mil millones de dólares, a pesar de las presiones del Trump para que las compañías movieran su producción a los Estados Unidos.

Aunado a esto, el estadounidense sigue entrampado en los problemas internos que le han significado el DACA, el programa de protección para los soñadores, así como los recursos necesarios para cumplir con la construcción del muro fronterizo: lograr el consenso necesario con las fuerzas políticas de su país no ha sido una tarea sencilla y lo aleja un poco más de lograr sus vociferadas propuestas de campaña.

Ya no hay la misma certeza de que quien actualmente encabeza la Casa Blanca hará y deshará a su contentillo en lo que refiere a las políticas económicas de su país, sin embargo, esta ronda sigue siendo crítica, como certeramente lo ha apuntado Ildefonso Guajardo, secretario de Economía en México.

Sobre todo, porque debe haber un avance significativo que brinde mayor certeza a nuestro país, ya que se espera que las negociaciones tengan un periodo muerto que podría extenderse más allá de las elecciones presidenciales a mitad de año.

La sombra de la posible salida de Estados Unidos sigue allí, y los resultados de esta mesa de negociación serán una guía importante para determinar el rumbo de las posibles decisiones que se tomarán de cara a la definición de un último encuentro que, por el momento, sigue siendo incierto.