Municipio de Querétaro, referente de fortaleza y disciplina financiera

Pagar la deuda pública de una administración municipal o estatal en México no solo es una tarea difícil, sino también poco común, sobre todo cuando la tendencia se inclina hacia el lado contrario del espectro; es decir, los municipios, en vez de presentar una tendencia a la baja de su deuda, año con año la aumentan.

De acuerdo con datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la deuda de las “entidades federativas y los municipios en su conjunto ascendió a 510 mil 30.8 millones de pesos” en 2015, lo que representa un crecimiento del 343% de la deuda pública subnacional entre 1993 y dicho año.

En ese contexto es que este martes 21 de noviembre, Marcos Aguilar Vega, presidente municipal de Querétaro, anunció que la actual administración capitalina logró reducir a cero, pagar por completo, eliminar, pues, la deuda de 173 mdp que tenían las arcas del municipio de Querétaro.

El edil calificó el hecho como “histórico”, y hasta cierto punto lo es porque sienta un precedente: las deudas públicas son pagables. Se puede liquidar una deuda y trabajar en números negros durante una administración, -cosa que naturalmente se intuía, pero que en la práctica no se había visto-.

¿La bonanza financiera de Querétaro es la razón de este pago? En parte, pues, aunque es altamente probable que otros municipios también cuenten con la posibilidad de saldar sus deudas, ¿para qué hacerlo, si en 3 o 6 años alguien más deberá cargar con esta responsabilidad? -al menos esa parece ser la lógica que se sigue en distintas administraciones-.

Es por esto que la acción es verdaderamente “histórica”, porque da muestras de disposición y de que se puede revertir una dinámica que es nociva para la propia autonomía de las administraciones públicas, pues los recursos que reciben las administraciones municipales de la Federación apenas si alcanza para cubrir el pago de intereses que generan las deudas.

Se entiende que la acción no es gratuita y que es probable que tenga el fin de apuntalar la imagen de Aguilar Vega de cara a la contienda del 2018, sin embargo, también es cierto que responde al estilo particular de gobernar del edil capitalino, el cual se ha caracterizado por tomar decisiones polémicas y fuera de la norma -muchas veces a pesar de las críticas en su contra-.

Pese a esto, hoy existen logros tangibles que no habrían sido posibles sin la toma de estas decisiones, pues el pago de la deuda se realizó con disciplina financiera, con la reducción de la nómina (ampliamente criticada en su momento) y con mejoras para favorecer la captación de recursos: al menos así lo asegura el panista.

A diferencia de la capital, en Querétaro existen municipios a los que sus deudas los “asfixian”, que no les permiten tener libertad de acción sobre los recursos que reciben puesto que hay compromisos de pago que son impostergable so pena de incrementar el monto adeudado.

Estos compromisos vuelven imposible la inversión en obra pública, en infraestructura vial, carretera o educativa, que en muchos de los casos es esencial para aspirar a generar recursos propios; es por ello que el pago hecho por el municipio de Querétaro no debe pasar inadvertido, pues es una oportunidad para que Querétaro no solo sea un referente a nivel nacional en crecimiento económico, sino, también, en disciplina y autonomía financiera.