El circo político de Carlos Sánchez Tapia

Que el PRD es un partido sectario que actualmente se cae a pedazos no es una sorpresa. Y que esa debilidad institucional sea especialmente notaria en Querétaro, donde por tamaño prácticamente no pinta y cada vez se desdibuja más en el impacto sobre la agenda pública, tampoco le es ajeno a nadie. Pero lo de este fin de semana raya lo ridículo.

Que hayan rupturas internas en un partido político podría considerarse un gaje de la vida democrática, pero una cosa son las desavenencias que pueda haber entre sus actores políticos y otra muy distinta es montar circos para engañar a la opinión pública e imponer agenda a la mala.

Eso hizo el diputado local Carlos Lázaro Sánchez Tapia, quien sostiene un enfrentamiento con el presidente Adolfo Camacho Alcocer, a quien “depuso” de la dirigencia valiéndose de un supuesto Tercer Pleno Extraordinario que solo existió en un truqueado comunicado de prensa.

La “nota” del comunicado, es decir el foco de interés periodístico, no era sin embargo el supuesto relevo de Adolfo Camacho, sino la decisión de no participar de Frente Ciudadano por México, que incluye además del PRD al PAN y a Movimiento Ciudadano, si el PAN define presentar como candidato al Senado de la República a Marcos Aguilar Vega, y a reelección por Colón a Alejandro Ochoa Valencia.

Aunque muy jugosa la información, que causó revuelo en los corrillos políticos de Querétaro durante el fin de semana patria, era falsa. El diputado local en funciones simuló el supuesto pleno extraordinario por lo que ni Adolfo Camacho dejará de ser el dirigente, ni hay panistas vetados por el PRD para el frente.

Este lunes, en rueda de prensa, Camacho Esquivel lo desmintió y se hizo acompañar de Ángel Ávila, presidente de la Mesa Nacional de Consejeros del PRD para legitimarse.

Preocupan, sin embargo, las formas en las que se practica la política en Querétaro. No porque el PRD sea un partido particularmente importante, pues ya está relegado al cuarto lugar en Querétaro, ofuscado por la irrupción de Morena al mercado electoral y cuya presencia apenas se justifica como comparsa del PAN para suavizar un poco su discurso de derecha, sobre todo en asuntos light como los derechos sociales a los que un sector del PAN, el más identificado con la iglesia católica , rechaza en silencio. Es de llamar la atención porque aunque por goteo, partidos como el PRD siguen sacando políticos que ocupan espacios de decisión pública en los que su presencia es anecdótica, pero muy lucrativa para sus prendas personales.

Mucho ruido y pocas nueces. Los queretanos tienen una opinión formada de las administraciones que han comandado Marcos Aguilar y Alejandro Ochoa Valencia, y sabrán premiarlos o castigarlos en las próximas elecciones, si finalmente forman parte de las boletas. No necesitan circos como los de Carlos Lázaro Sánchez Tapia, quien no solo se burla de su partido, sino de todos los ciudadanos que le han pagado su sueldo como diputado local y desde que era dirigente estatal del PRD , con esta forma tan burda de hacer política.