Seguridad y política, dos riesgos para la economía

Son ya tres meses seguidos en que los especialistas del sector privado en México ponen a la inseguridad y la inestabilidad política interna como dos de los tres principales factores que podrían poner en riesgo el crecimiento económico del país en este año.

Así lo revela la encuesta que hace mes con mes el Banco de México con los analistas económicos, y que este lunes 3 de julio publicó con los datos de junio pasado.

Y esto viene a cuento porque estamos prácticamente a un año de la jornada electoral del 1 de julio de 2018, en la que los mexicanos elegiremos al presidente de nuestro país para los próximos 6 años, así como la renovación del Congreso federal, 9 gubernaturas, presidencias municipales y legislaturas locales.

En Querétaro se renovará a los integrantes de la Legislatura, así como las presidencias municipales.

Falta un año pues para el día de la votación y el tema político ya es un asunto que preocupa a los inversionistas y especialistas de la iniciativa privada, incluso más que aspectos externos.

La guerra en el terreno de la política podría mermar no sólo la llegada de inversiones, sino la generación de empleos.

La expectativa de los especialistas es que la economía mexicana crecerá 2 por ciento en 2017 y 2.25 por ciento en 2018.

Tanto la inseguridad como la economía son dos factores primordiales para la mayoría de los habitantes en México. Ambos temas seguramente serán banderas que usarán los candidatos y partidos políticos en lo local, estatal y federal.

Y suponemos también que veremos un escenario de muchas patadas por arriba y debajo de la mesa en la contienda electoral.

Habrá que recordarles a los partidos y candidatos que la inestabilidad política se convertirá en un boomerang en materia económica para aquel que llegue al cargo.

¿A quién le conviene tener un país convulsionado en lo político, en foco rojo en seguridad y con un crecimiento económico insuficiente?

De los suspirantes y sus equipos dependerá que la contienda y transición sea lo más tersa.

Los candidatos no deben olvidar que escupir para arriba puede mancharlos también a ellos.