×

Busquedas Populares


×

Opinión



Secciones




Inseguridad como palanca política

Por Staff Códice Informativo - 30/05/2017

Politizar la percepción de inseguridad a través de distintos canales y medios de comunicación, puede ser redituable para desgastar la imagen del gobierno en turno, pero no resulta sano para la ciudadanía

 Inseguridad como palanca política

Foto: Especial

Politizar la percepción de inseguridad a través de distintos canales y medios de comunicación, puede ser redituable para desgastar la imagen del gobierno en turno, pero no resulta sano para la ciudadanía.

Y es que a ultimas fechas se ha notado una gran preocupación por algunos medios de comunicación, así como usuarios de las redes sociales por informar y poner en trama, hechos delictivos que alertan y alteran a la ciudadanía.

Llaman la atención, sobre todo, algunos pocos cuya preocupación se hizo latente, curiosamente, desde finales de 2015. A pesar de que el crecimiento en los índices de inseguridad data de varios años atrás, estos espacios no hicieron eco de esta problemática y más bien se dedicaron a vender la imagen de un Querétaro inmaculado.

De forma objetiva, no se puede y debe ser ajeno del crecimiento de la inseguridad que ha experimentado Querétaro en los últimos años. Pero también vale la pena observar otros indicadores que nos permitan tener parámetros más realista de nuestra condición como entidad federativa. Apenas este domingo 28 de mayo pasado, el diario de circulación Reforma cabeceaba en su primera plana: “Azotan Guanajuato la ordeña y el narco” y como balazo se enfatizaba: Reporta SNSP 133 homicidios en la entidad sólo en abril.

Reforma daba cuenta de un verdadero fenómeno de inseguridad padecido en una entidad colindante con la nuestra, la cual tiene muchas características geopolíticas que la hacen similar a Querétaro.

Y es que miré usted, el estado vecino vive enfrentamientos entre carteles de la delincuencia organizada tales como “Cartel del Golfo” “Los Zetas” y “Jalisco Nueva Generación”, los cuales disputan la ordeña de ductos, rutas para el trasiego de drogas y narcomenudeo; mientras eso pasa allá, aquí en Querétaro la polémica se desata por una nota periodística, que afirma sin pruebas que en Querétaro intenta operar un cartel de los antes mencionados.

Mientras en Guanajuato hay 459 homicidios dolosos en los primeros cuatro meses del año, de los cuales 133 se dieron solo en el mes de abril, en Querétaro la estadística no supera los 58 homicidios dolosos en el mismo periodo de tiempo.

Mientras en Guanajuato matan a un director municipal de la policía en el municipio limítrofe de Apaseo el Grande; aquí en Querétaro se investiga la muerte de un mando policiaco en Pedro Escobedo a la vez que se desmantela una banda de “chupaductos” integrada por policías de diversas corporaciones y órdenes de gobierno.

Mientras en Guanajuato dan muerte a cuatro taxistas en un solo día en el turístico municipio, también limítrofe, de San Miguel de Allende, a causa del narcomenudeo, aquí en Querétaro en cuestión de horas se resuelve y se detiene a los responsables del homicidio de un notario por causas muy diversas a las de delincuencia organizada.

Mientras en Guanajuato, operan al menos tres carteles de la delincuencia organizada de forma probada, aquí en Querétaro detienen en un operativo estatal a “La Medusa” un capo de altos vuelos, implicado en los hechos de Ayotzinapa que tanto han marcado al país.

Es claro que con estos hechos, quien acusa puede tachar de insegura a Querétaro, pero difícilmente podrá señalar omisión, descuido, negligencia o desatención por parte de las autoridades encargadas de esta cargada y difícil asignatura gubernamental.

Es posible decir con certeza que el compromiso que hizo la actual administración en campaña para combatir la inseguridad no se ha cumplido. Lo que también es posible decir es que hoy en día se entregan más resultados que en antaño, y que quien fue ciego en el pasado y hoy pretende asumirse como una voz crítica en realidad está utilizando el tema como palanca política para sus propios intereses.


Otras notas



De nuestra red editorial