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La mentira

Por Staff Códice Informativo - 13/10/2016

Colón es uno de los municipios de Querétaro que en los últimos años se ha destacado por su atractivo para las inversiones, y por ello se merece un presidente municipal que esté a la altura

 La mentira

“En  lo que toca a la mentira en la res publica, es un problema político, que suscita dilemas éticos, porque pone en peligro principios y compromete resultados”: Cicerón

Esta semana surgió en la opinión pública la versión de que Alejandro Ochoa Valencia, presidente municipal de Colón, se había enfrascado en un incidente con elementos federales de seguridad en el municipio de Corregidora. Se habló que él portaba un arma y que se resistía a una revisión.

Al cabo de las horas, en una entrevista con Códice Informativo, el alcalde aseguró que había sido víctima de un intento de extorsión. Negó que estuviera detenido y que hubiera portado armas cuando fue confrontado por los elementos federales. Inclusive dijo que le habían quitado su tarjeta de débito y su credencial de elector.

Dijo que escapó de estos “presuntos” agentes que portaban armas, porque pensó que era un intento de extorsionarlo, a raíz de unas amenazas telefónicas que recibió días previos.

Sin embargo, a la mañana siguiente “la verdad” del alcalde fue desechada y aclarada por Juan Martín Granados Torres, secretario de Gobierno estatal, quien puntualizó que no hubo intento de extorsión y únicamente se trató de un incidente vial con los policías federales de investigación.

El funcionario estatal refirió que en las próximas horas el alcalde aclararía lo sucedido para frenar las especulaciones, además de que la llamada que denunció Ochoa Valencia, era fraudulenta y no representaba ningún riesgo.

Lo cierto es que después de este capítulo la imagen del alcalde se vio empañada por un halo de la mentira.

La mentira, como decía Cicerón, suscita dilemas éticos y un problema político.

Ahora este funcionario municipal tiene detrás de sí la falta de credibilidad en su palabra; lo que también lleva a una merma en la confianza de sus acciones, tanto de la sociedad civil, como de empresarios y la prensa.

Y no sólo eso. Si bien fue objeto de una llamada de extorsión, él tuvo la posibilidad de resolver esta problemática con las autoridades pertinentes, pero no usar esto para encubrir su acto de envalentonamiento, sobre todo sí ya le habían dicho que no representaba ningún riesgo.

Tal vez no pensó que al usar ese argumento e incluso atribuírselo al Cártel Jalisco Nueva Generación genera un clima de riesgo e inseguridad para la población queretana.

Lanzar ese tipo de señalamientos a la ligera es un peligro, sobre todo si recordamos que en Colón sí existió presencia de un líder del narcotráfico. O tal vez, el alcalde olvidó que fue en Colón donde fue localizado y muerto en un enfrentamiento con autoridades el Kike Plancarte, líder de los Caballeros Templarios, en 2014.

Colón es uno de los municipios de Querétaro que en los últimos años se ha destacado por su atractivo para las inversiones nacionales e internacionales. Por ello, se merece un presidente municipal que esté a la altura para generar un clima de confianza en los grandes inversionistas y, no al contrario, que esté envuelto en escándalos y mentiras.

El pedir que el gobernador de Querétaro, que andaba de gira en Japón ese día, y el presidente de la República tomen cartas en el asunto por un incidente vial del cual mintió, habla, sin duda, de la poca capacidad para hacer frente a un problema personal en el cuál él se metió, y además de un actuar irresponsable de una autoridad.

Cuánta razón tenía Aristóteles al señalar que por sí misma la verdad es noble y merecedora de aplauso, y la mentira es vil y reprensible.


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