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Los prietitos del arroz

Por Staff Códice Informativo - 14/09/2016

A casi un año de gobierno, José Luis Aguilera, Romy Rojas y Alejandro Delgado Oscoy han restado en sus respectivas áreas al gobierno de Pancho Domínguez

 Los prietitos del arroz

A unas cuantas semanas de que se cumpla el primer año de gobierno de Francisco Domínguez, tres miembros de su gabinete se han caracterizado por darle más dolores de cabeza que buenas noticias al mandatario queretano: José Luis Aguilera Rico, en la Secretaría del Trabajo; Romy Rojas, en la Secretaría de Desarrollo Urbano y Obras Públicas; y Alejandro Delgado, en el Instituto Queretano del Transporte (IQT).

Lo mismo en la opinión pública, que en los sectores que representan, estos funcionarios han dado de que hablar de forma negativa, lo que va en detrimento de la imagen de la administración y específicamente de su titular.

Por un lado, José Luis Aguilera Rico se ha visto rebasado y más que un facilitador de acuerdos, se ha constituido en un dique en la resolución de conflictos laborales, como el caso de la huelga en la UAQ.

Y por otra parte, las quejas por las constantes irregularidades en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje han alcanzado ya niveles internacionales, como el reclamo del cónsul italiano de abusos en ese órgano.

De qué le sirve al gobernador atraer inversionistas internacionales, si cuando las empresas se instalan se encuentran con estas anomalías.

En el caso de la titular de SDUOP, los reclamos por las afectaciones generadas por las diversas obras en la capital queretana son una constante de la ciudadanía. A ello habrá que sumarle el fin último de esos proyectos, que en algunos casos tendrán una vida útil de unos cuántos años, como es el caso de Conexión Río, que abre más espacio para el parque vehicular, en vez de invertir la pirámide de movilidad, con otras alternativas para reducir el uso de vehículos particulares.

Y es aquí donde también interviene el otro funcionario que no ha mostrado la capacidad necesaria para resolver los pendientes que se le encomendaron. A Alejandro Delgado Oscoy se le enredó el tejido de las negociaciones con los concesionarios del transporte público. Once meses tuvieron que pasar, para que el gobernador diera un manotazo en la mesa por la falta de acciones que redundaran en un mejor servicio para los miles de queretanos que utilizan diariamente ese ineficiente servicio.

La falta de habilidad política y operativa de Delgado Oscoy le ha traído costos negativos a Francisco Domínguez a prácticamente un año de que anunció la desaparición de Red Q.

En un balance anual, seguramente el gobernador queretano tendrá que reflexionar quién ha caminado hombro con hombro con él, quién ha sumado y traído mejoras para los habitantes que le dieron el voto y quién no.


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