Francisco sigue siendo “Pancho” (crónica)

Este jueves por la noche tocaron las fibras más sensibles del gobernador Francisco Domínguez, quien abrió su corazón ante cientos de personas y compartió uno de sus más grandes y personales secretos de vida.

Fiel a su estilo, rompió el protocolo de la presentación de la Fundación Michou y Mau I.A.P., delegación Querétaro, para hablar de su vida privada, contar una anécdota que por años había guardado para sí mismo.

La loable labor de esta organización, que orienta y ofrece atención médica especializada a los niños que han sufrido quemaduras severas o tienen secuelas por las mismas, despertó en “Pancho” al hombre más sensible.

El mandatario estatal por primera vez explicó la verdadera razón por la que tiene una visible cicatriz en la parte posterior de su cabeza, misma que tiene desde los tres años de edad, producto de una quemadura con aceite caliente.

“Yo fui víctima de una quemadura a los tres años. Todos mis amigos que están aquí, nadie se ha atrevido a preguntarme porque me peino así. Todo mundo me dice: ‘¿por qué te echas tres kilos de gel en la cabeza?’ (…) a los tres años, por andar de travieso, jalé a mi madre cuando estaba en la cocina con un sartén con aceite hirviendo y me cayó en la cabeza, el antebrazo y en el pie”, señaló el mandatario.

Compartió que durante su estancia en primaria y secundaria sufrió de burlas por parte de sus compañeros, lo que en la actualidad se conoce como ‘bullying’ escolar, situación que ha tenido que soportar por más de 40 años.

Mientras Domínguez Servién narraba esta anécdota, que en un principio le costó trabajo compartir, los ojos de su esposa Karina Castro se comenzaron a inundar hasta que las lagrimas escurrieron por sus mejillas.

El gobernador comentó que fue en la etapa de preparatoria donde un profesor le sugirió que se practicara una cirugía, recomendación que tomó en cuenta y actualmente lleva tres cirugías que han disminuido su quemadura en más del 50 por ciento.

Todos los días tiene que levantarse, bañarse y asearse la cicatriz que tiene desde que era un pequeño infante, mucho antes que, como dijo a tono de broma, le gritaran “galán” en las campañas electorales.

Aún no sabe si completará todas sus cirugías para lograr desaparecer la quemadura en su totalidad, pero está seguro que esta experiencia sirve para trasmitir a las familias el mensaje de que cuiden y tomen sus precauciones para evitar quemaduras en el hogar.

“Pancho” agregó que si bien todos los días tiene que ver esas marcas y cicatrices que le provocaron las quemaduras en cabeza, brazo y pie, aseguró que gracias a su familia no alcanzaron a marcar su vida, pues ahora es gobernador de Querétaro.