México llega en silencio a Filadelfia

 
En medio de la polémica por el penal que lo condujo a la final de la Copa Oro, el Tricolor arribó a Filadelfia, sede de la final de la Copa Oro, con la preocupación por las molestias físicas del capitán Andrés Guardado y de Jonathan dos Santos.
El Principito casi se rompe en el tiempo extra luego de una brusca barrida de un panameño, pegado a la banda. Salió del partido con un golpe en la pantorrilla izquierda. Arribó a su hotel cojeando.
Precedidos también del escándalo arbitral que se dio en las semifinales ante Panamá, los jugadores y el técnico Miguel Herrera llegaron en silencio, con rostros de seriedad y sólo cuatro aficionados les dieron el recibimiento en el lugar de aposento, aunque ningún integrante tricolor se acercó a darles autógrafos o posar para la postal del recuerdo a pesar de las solicitudes.
En el mismo vuelo chárter que trajo a la Selección Mexicana de Atlanta a Filadelfia venía Jamaica, su rival en la Final. Ésta es una situación que ha sido recurrente durante esta Copa Oro, donde las escuadras han llegado a viajar juntas, aunque sin ninguna problemática que sea de considerar en la convivencia en el avión.                                                                                                      Entre las dudas que tendrá que resolver Miguel Herrera en esta ocasión será encontrar el sustituto del suspendido Carlos Vela, quien recibió su segunda tarjeta amarilla de la competición, lo que le acarrea un encuentro de suspensión. En teoría, quien tendría más opciones de jugar sería Jesús Manuel Corona.