Peticiones ilegales e irracionales

Una vez más se impone la intransigencia en los dirigentes del movimiento de los 43, entre ellos padres de familia de los asesinados, otros adscritos a grupos subversivos y pendencieros; exigen al INE que no haya elecciones en Guerrero y se designen tanto concejos municipales o autoridades municipales por medio del método de usos y costumbres.

Entre el grupo de los manifestantes se distinguió al padre Alejandro Solalinde, quien declarara en alguna ocasión que le confesaron que habían matado a los estudiantes, dando “santo y seña” del sangriento acontecimiento, por eso no se logra entender el porqué siguen insistiendo en que quieren a los desaparecidos vivos, cuando hay pruebas técnicas, científicas y confesiones que demuestran el homicidio colectivo de los 43. La lucha social mutó a conflicto político.

En el Estado de Guerrero no hay normatividad vigente que faculte a la autoridad electoral local lleve a la práctica elecciones por medio de usos y costumbres, como en el Estado de Oaxaca, por ejemplo. Y ante la falta de leyes positivas es imposible constitucionalmente obsequiarles la razón a los intransigentes. Saben que no procede, sin embargo el asunto es complicarles la existencia a las autoridades electorales para culparlas de la negativa ¿Concejos municipales? No saben ni siquiera distinguir entre consejos de concejos, su intención es desestabilizadora ¿Elecciones federales? Tampoco hay normatividad.

Que insistir en suspender las elecciones en Guerrero, además de aberrante es irracional; no hay justificación alguna que legalmente lleve a ese extremo a las autoridades electorales federal y estatal. Advierten los iracundos padres de familia que no permitirán la instalación de las mesas directivas de casilla ¿Acaso pretenden una confrontación entre ellos, el pueblo y las autoridades? Es clara su intención desestabilizadora, peligrosas sus aviesas intenciones. Y convocan para el 4 de abril a una Asamblea Nacional.

El activismo político de “sus asesores” es brutal, se movilizan por doquier y conjuntan a más belicosos como los de Atenco. Todo con el pretexto de hacer justicia dijo uno de los sedicentes padres de familia en presencia de las autoridades electorales. La pregunta lógica es ¿Cuál justicia es la que buscan? Los 43 estudiantes fallecieron y las autoridades tanto ministeriales como jurisdiccionales, institucional, constitucional y legalmente actúan para aplicar la justicia con base es las normas legales ¿Entonces que reclaman? ¿La aparición de los muertos vivos? ¡Eso es humanamente imposible!

La paciencia tiene sus límites. La mayoría de los mexicanos están hartos de los desmanes, abusos y arbitrariedades de los demandantes que en tanto piden justicia, su actuación es abusivamente injusta. Lo cierto que ante la cercanía de las campañas y las elecciones, las cosas no se han resuelto; los necios y agresivos desestabilizadores amenazan con endurecer sus acciones. A nadie conviene. Queda claro que los insidiosos y sediciosos no se detendrán ante nada; la autoridad debe actuar en uso de sus facultades y evitar males mayores.