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Pasarela

Por Andrés González - 19/10/2014

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

En tiempos electorales –y ya estamos sobre de ellos– todos los eventos políticos, sean chicos,  medianos o grandes, realizados  al interior de los partidos, se convierten prácticamente […]

 Pasarela

En tiempos electorales –y ya estamos sobre de ellos– todos los eventos políticos, sean chicos,  medianos o grandes, realizados  al interior de los partidos, se convierten prácticamente en publicas pasarelas ante la propia militancia. Y en esto no hay ninguna ley que lo pueda prohibir.

No piden el voto, no expresan intensiones por cargo alguno, pero la militancia no puede evitar las comparaciones ni el pulsar capacidades.

Y se convierten en pasarelas.

El del sábado y al interior del Partido Revolucionario Institucional, fue un evento de los llamados grandes.

Se trató de la toma de posesión del Lic. Ernesto Luque Hudson –“El Hijo del Zorro”– delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social en funciones, en donde está realizando en el poco tiempo que lleva ahí, un muy destacado trabajo.

Al evento esperaban la asistencia de unos trecientos militantes. El salón se colmó de gente y se calcula que se rebasaron los quinientos. Se implementaron más de cien sillas que no estaban contempladas. Aun así, los pasillos en ambos lados se colmaron de priistas que permanecieron de pie, en un evento que se prolongó casi por dos horas.

Ahí, concurrieron una gran cantidad de ingredientes como para poder llevarse el calificativo de “pasarela”.

Porque mire usted nada más quiénes asistieron.

Si en la pirámide de aspiraciones se tutela a la gubernatura como la base principal, notorio se hizo que a este evento asistieran nada menos que tres de los cuatro suspirantes priistas con conocidas y públicas pretensiones a la precandidatura.

Y dos de ellos hicieron uso de la palabra: Tonatiuh Salinas Muñoz y Roberto Loyola Vera.

El tercero fue Jesús Rodríguez, quien con colmillo retorcido, se detuvo por casi veinte minutos en el primer descanso de la escalera principal del Hotel –Hollyday Inn– tomado como punto estratégico por donde todos los invitados pasarían. Ahí coincidí con él.

Y sí, parecía que andaba en campaña. Anda, mejor dicho.  En un tris, armaba citas, recordaba compromisos y enganchaba otros. Fueron,  en un rato, más de cien priistas a los que saludó. Después, también con habilidad en estas lides, ocuparía una silla de la primera línea.

Y el evento inicia.

Estaba además presente, la joven licenciada y diputada federal en funciones, Paulina Alejandra del Moral, mexiquense, que momentos antes había sido presentada como flamante delegada del CEN del PRI para Querétaro. Viene de ocupar el mismo cargo pero en Zacatecas.

Tal vez por esto y en pleno evento, con la crema y nata del priismo local –queretano pues– les llamó a todos “priistas zacatecanos”. Fue el oso del evento, comprensible, pero el murmullo y los oooohh, no los pudo evitar. No por esto se duda de su capacidad. Ya daremos cuenta de su habilidad, de su calidad como mujer política.

Pero al evento, asistían dos figuras grandes del priismo nacional.

Ahí, el presidente nacional de la Fundación Colosio, don Adrián Gallardo, un consistente priista al que se le puede considerar como una de las mentes más capaces de ese partido. Es por donde pasa la estructuración, el darle forma pues,  a la plataforma ideológica que llevan, han llevado y llevarán, todos los candidatos a la generalidad de los cargos en disputa. Persona en fin de claro pensamiento.

Hiló una extraordinaria pieza oratoria, de visión y compromiso nacional de este partido con las muy  recientes reformas estructurales recién aprobadas.

También ahí don José Encarnación Alfaro, influyente secretario de organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI. Sus amigos le llaman Pepe.

Pero a este concurrido evento hizo presencia la crema y nata del priismo queretano, porque además de los ya citados –los suspirantes a la gubernatura, los peces grandes del CEN– asistía el senador Enrique Burgos García, de posicionamiento más que rápido y voz muy oída en el Senado de la República; diputados locales, regidores, líderes de sectores, de organizaciones y un sin fin de suspirantes –son los tiempos– al resto de las posiciones federales, locales, en distritos y gran parte de las presidencias municipales del estado.

Y en ese ambiente –convertido en pasarela de calidad– se dieron las comparaciones inesperadas, el aplausómetro  espontaneo, la exposición de la oratoria y los nuevos nombres que se escuchan para la alcaldía de Querétaro.

De estas incidencias, de los detalles, aquí  se los platicaré.

Continuará.

Andrés González

Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.


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